viernes, 1 de junio de 2018

Trasladados.


Es increíble imaginar todo el mal que puede sobrevenir por tan solo una desobediencia. Meditaba yo acerca de la famosa cadena alimenticia del reino animal, y pude entender el porqué  de la agresividad de los animales, y recordé lo que la biblia dice de ello. En el libro Génesis  capitulo 1 versículos 29 al 31 se especifica claramente el plan de alimentación de Dios. 29.- Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está  sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer. 30.- Y a toda bestia  de la tierra,  y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así. 31.- Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el sexto día.
Entonces; aquí tenemos el primer indicio de que la llamada cadena alimenticia no fue un plan de Dios; sino la consecuencia de una maldición producida por la desobediencia de un hombre y una mujer. Cuando Dios les exhorta por el error cometido en el huerto de Edén, les dice claramente “Maldita será la tierra por tu causa” Génesis 3:17. Ahora esa tierra hermosa, verde y húmeda que Dios había preparado para el hombre y la mujer, se tornaría con el pasar del tiempo en una tierra incolora, árida e improductiva; pues en los planes de Dios el espino y los abrojos nunca estuvieron, pero ahora por causa de ellos la tierra estaba obligada a alterar su producción.  La ventaja que nos regala la historia es que; nos permite conocer el porqué de las cosas que nos suceden, y el cómo se puede modificar.  En el huerto muchas cosas fueron alteradas, entre ellos la alimentación, la paz y las relaciones interpersonales.  Me llama mucho la atención esta verdad que había pasado desapercibida por mis ojos por muchísimos años, y es que no solo Adán y Eva fueron echados del huerto, sino también los animales que Dios había creado para hacerle compañía a él y lo mantuvieran ocupado. Imagino por un momento a Adán y a Eva mirando todo lo que dejaban atrás, los árboles frutales, el verdor y el olor de los pastos humedecidos por los cuatro grandes ríos que regaban el huerto, y la paz que les producía el estar ahí. Ahora todo sería diferente; tendrían que enfrentarse a una serie de eventos propios de una tierra maldita, es decir; las plantas desconocidas hasta ese momento para el hombre, la agresividad de los animales y las bestias que Dios había creado, en las cuales estuvo el temor de Adán cuando era señor de esa creación, pero que ahora esas bestias desconocerían por causa de la caída, y  por supuesto el molesto sudor  que extrapolaría el mal humor propio de una naturaleza pecaminosa. Es increíble pensar como de la noche a la mañana se puede pasar de un estado de confort a uno de angustia y dolor, pasar de la riqueza literal a la pobreza inminente. Es como pasar de ser el dueño de tu propia empresa para ser el empleado de alguien más, devengando un salario mínimo para completar. Y es que no solo el hombre estaba en esa penosa situación, sino los animales también, ya que se  acababa la paz para toda la creación, porque ahora se despertaría el instinto asesino en los animales que les obligaría a declarar entre ellos mismos la cacería por la supervivencia. Y no solo entre ellos como reino animal, sino que ahora la guerra era entre animales-humanos, y viceversa. Más tarde el hombre terminaría cazando la vida de los de su raza por envidia, odio y placer como les aconteció a los dos hijos de Adán según lo relata el libro Génesis de la biblia en su capítulo 4 versículo 8 “Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levanto contra su hermano Abel, y lo mato.” De ahí en adelante el homicidio fue el pan de cada día en la vida de los hombres que habitaban la tierra, hasta que Dios en su dolor y justicia trajo el diluvio y quito de la faz de la tierra a los animales y a los humanos; ¿Por qué? Porque como lo describe el apóstol Pablo en la epístola a los romanos “los hombres conociendo a Dios no lo honraron, sino que detuvieron con injusticia la verdad, no le glorificaron ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible  en semejanzas de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles; deshonraron entre si sus propios cuerpos, honrando a las criaturas antes que al creador de ellos”(Romanos 1:18-25)  pero en cuya infinita misericordia decidió escoger a un hombre y una mujer, con sus hijos y nueras, y un par de animales de cada especie para llenar la tierra que él había inundado. Por eso;  hoy más que nunca estoy convencida de que, por mucho que la inundación toque nuestras vidas, Dios siempre tiene un plan. Si es cierto, que Dios le daba a la raza humana la oportunidad de caminar con Él en el principio de la obediencia, también es cierto que la raza humana tendría que aprender a amar y a temer a Dios en un mundo bajo maldición.
Dios restaura su comunión con la raza humana nuevamente, reanudando el pacto adámico que hizo en el huerto de Edén y concediéndole dicho pacto a Noé, según la biblia en el libro Génesis capitulo 9 versículos 1 al 3.  1.- Bendijo Dios a Noé y a sus hijos, y les dijo: Fructificad y multiplicaos, y llenad la tierra. 2.- El temor y el miedo de vosotros estarán sobre todo animal de la tierra, y sobre toda ave de los cielos, en todo lo que se mueva sobre la tierra, y en todos los peces del mar; en vuestras manos son entregados. 3.- Todo lo que se mueve y vive, os será para mantenimiento, así como las legumbres y plantas verdes, os lo he dado todo. Ahora bien; en el proceso de repoblar el orden creado que Dios había juzgado con destrucción, Noé se encontró  con un nuevo mundo, en el que la longevidad de la vida humana comenzó de inmediato a disminuir, ya que la tierra estaba sometida a tempestades y a un clima severo, calor-frio, actividad sísmica y desastres naturales. Por otra parte la relación del hombre con los animales parece haber sufrido un cambio, en cuanto a que el hombre queda libre para comer animales para su sustento.
De una u otra razón, ya la vida en la tierra cada día se alejaba mas del orden original que Dios estableció en  Edén, y es ahí cuando Dios se plantea un plan magnifico. El traslado del hombre de la condición inestable y pecaminosa a la condición de hijo. Entendía yo esta mañana mientras meditaba en el edén, que cuan imprescindible es salir de un estado desordenado para establecernos en el orden requerido. Al pueblo de Israel Dios tuvo que trasladarlos del mayor imperio de ese entonces llamado Egipto, para que dejaran de verse, pensar y actuar como esclavos; y se determinaran a cumplir el propósito de Dios de ser dueños de una tierra que se les había heredado. Entendemos que como seres humanos somos muy habituales, es parte de nuestra esencia, que por demás nos fue heredada de nuestros padres y antepasados, lo cual nos hace vivir de acuerdo a patrones conductuales mas en decadencia que en fructificación. 

Es por ello, que la idea de ser trasladados, que se origino en la mente de Dios y cuya ejecución se estableció en la cruz del calvario; marco por todas las edades un antes y un después para toda la raza humana y para toda la creación universal. En la biblia el apóstol Pablo le escribe a la iglesia que está en Colosas lo siguiente: “El cual nos ha librado de la potestad de las tinieblas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención por su sangre, el perdón de pecados” Colosenses 1:13-14. De eso se trata la vida nueva en Cristo Jesús; y es maravilloso cuando nos apercibimos de este regalo que Dios nos dio como seres humanos. ¿Cómo crees tú que se siente un indigente; que vive debajo de un puente, mal oliente y hambriento; cuando un hombre muy rico se le acerca y lo traslada a una mansión donde será bañado, vestido, perfumado, y alimentado correcta y abundantemente? Ahora ahondando un poco más, imaginemos la diferencia de estar en un lugar expuesto al peligro de su entorno, de la enfermedad y hasta la muerte, en comparación con la seguridad, y la paz que te está brindando un adecuado traslado; que por demás  todo ser humano no importando su status social  desea, merece y necesita.  Y tú, amado lector quizás te dirás; ¡nunca he sido un mendigo!  O ¡estoy en la cúspide de mi carrera!; pero te pregunto: ¿Eres feliz? ¿Te levantas cada mañana con una sensación de que te falta algo, pero no sabes qué es? ¿Sientes que tu mundo está al revés? Te tengo la respuesta. Necesitas el traslado. Y solo Cristo Jesús puede llevarte al lugar que el diseño para ti; de vuelta al Edén al cual pertenecemos, donde hay paz, alimentación sana y balanceada, donde tu relación con Dios es restaurada. Dice la biblia en el libro Colosenses capitulo 1 versículos 15 al 22 lo siguiente: “Él (Cristo) es la imagen del Dios invisible, el primogénito de toda creación, porque en él  fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él para él. Y él es antes de todas las cosas, y todas las cosas en el subsisten; y él es la cabeza del cuerpo que es la iglesia, él que es el principio, el primogénito de entre los muertos; para que en todo tenga la preeminencia; por cuanto agrado al Padre que en él habitase toda plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos; haciendo la paz mediante la sangre de su cruz. Y a vosotros (la raza humana) también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado en su cuerpo de muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él, si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo, del cual yo Pablo fui hecho ministro” Que maravillosa noticia les da este apóstol a los hombres y mujeres de Colosas: “Ustedes han sido trasladados de un reino maléfico,(tinieblas) al reino de su hijo; el de las buenas noticias”, y luego comienza a describir lo afortunados que son de permanecer firmes en esta esperanza redentora y salvadora.

 Ya es un hecho real que nuestra condición delante de Dios es otra, y que ahora somos hijos, por medio de la adopción en Cristo Jesús.
 Por la desobediencia de un hombre (Adán) fuimos trasladados de la bendición a la maldición; pero por la obediencia de un hombre (Cristo Jesús) se nos traslado al Edén otra vez. (Romanos 5:19).

Si quieres ser trasladado a la bendición; el carruaje ya está listo. La Fe en Cristo Jesús te llevara al lugar donde mereces estar por su Gracia.

jueves, 11 de enero de 2018

El Mal de Ojo. ¿Misticismo o Realidad?


¿Quién no ha escuchado decir a un vecino o familiar: “No muestres a tu niño muy pequeño porque le cae el mal de ojo”?  Generalmente esas expresiones salen a relucir cuando el niño o la niña son hermosos, o cuando también lo es en muchos casos un animal. Por décadas tuvimos el mal de ojo como una superstición; y aunque hubo casos particulares donde fue notorio, siempre lo tuvimos como algo escéptico. No sabemos a ciencia cierta de donde vino ese famoso misticismo; ya que desde que tengo uso de razón lo he escuchado y también he visto a las personas y animales que han sido objeto de esa malicia; lo que sí es cierto es que lo que para nosotros era hasta hace muchos años algo incomprensible adjudicado a la magia negra y el ocultismo; no es más que la consecuencia de un gran mal llamado envidia quien del latín invidia, es el sentimiento de tristeza o enojo que experimenta la persona que no tiene o desearía tener para sí sola algo que  otra posee.

A lo largo de la historia la envidia ha estado muy presente en diversas culturas; tanto los griegos como los romanos la representaron en sus diversas obras artísticas como una anguila o bien como la cabeza de una mujer mayor llena de serpientes. Según Dante Alighieri en su poma “El Purgatorio” el castigo para los envidiosos era el de cerrar sus ojos y coserlos, porque habían recibido placer al ver a otros caer. En el Medio Oriente se le denominaba a la envidia con el seudónimo de mal de ojo, por la sencilla razón de que era a través de los ojos que ese sentimiento se activaba. Para dicha cultura acostumbrada a la prosperidad, era común enfrentarse a personas cargadas de envidia, lo que hacía más evidente el hecho de mantenerse alerta. A través de amuletos o accesorios con un ojo como símbolo, estas comunidades buscaban la manera de repeler todas las consecuencias que podía traer sobre ellos el mal deseo de un corazón lleno de envidia. Aun en la actualidad pueden verse colgados en los locales comerciales, en las entradas de los hogares, o en las esquinas de las ciudades estos amuletos.
 La psicología afirma que la envidia es un sentimiento que se  niega tanto ante terceros como ante uno mismo. El envidioso desea ocultar su envidia y resulta poco frecuente que la asuma, ya que supone la aceptación de una carencia; sin embargo para el padre del psicoanálisis Sidmung Freud la envidia era un problema patológico, adjudicándolo a su teoría de la “envidia del pene”, que consistía en asegurar que la niña manifestaba este sentimiento al ver al niño o a su padre con un órgano que ella no tenia; y en el caso de los hombres se debía al tamaño de sus órganos masculinos, los que los hacía envidiarse entre ellos mismos. Pero ¿de dónde viene este mal? Según la Biblia en el libro de Génesis capítulo 4:3-8 el primer hombre que manifestó el sentimiento de la envidia fue Caín. Leamos detenidamente dichos versículos bíblicos.
(3) Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. (4) Y Abel trajo también de los primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miro Jehová con agrado a Abel y a su ofrenda; (5) pero no miro con agrado a Caín y a la ofrenda suya. Y se ensaño Caín en gran manera, y decayó su semblante. (6) Entonces Jehová dijo a Caín: ¿Por qué te has ensañado, y porque ha decaído tu semblante? (7) Si bien hicieres, ¿no serás enaltecido? Y si no hicieres bien, el pecado está a la puerta; con todo esto, a ti será su deseo, y tú te enseñorearás de él. (8) Y dijo Caín a su hermano Abel: Salgamos al campo. Y aconteció que estando ellos en el campo, Caín se levanto contra su hermano Abel, y lo mató.
Cada vez que leo este pasaje mi corazón se entristece porque me pregunto: ¿Qué culpa tenia Abel de ser agradable delante de Dios? Abel no fue a decirle a Dios: oye, sabes qué; quiero que seas mi amigo, pero no le hables a Caín o no lo trates. Abel no se ponía delante de Dios cada día para distraerlo y así evitar que Dios mirara a Caín y le tuviera afecto. Abel cada día hacia lo que era correcto delante de Dios, disfrutando la vida que tenia y las oportunidades que ésta le brindaba. Y cuando llegó el momento de dar y recibir; solo Abel halló gracia delante de Dios. En la conversación intima que el Señor tuvo con Caín luego del sacrificio, le dejo muy en claro el ¿porqué? de su aceptación solo a la ofrenda de Abel; haciendo énfasis en que el mal comportamiento de Caín era el causante de su desaprobación, y de paso como un Dios amoroso le da un valiosísimo consejo: “ENSEÑORÉATE de ese deseo que te esta atormentando Caín; tú puedes hacerlo” pero el joven no le hizo caso, y a la primera oportunidad que tuvo, mato a su hermano. El problema del sentimiento llamado envidia es que por más que te envuelva, quien lo experimenta nunca podrá ser feliz. Es probable que veas que la persona que tu desapruebas, cada día prospere mas,  sea engrandecida, y pasaras los años anhelando que algo malo le suceda para alegrarte de su caída, pero al final cuando eso llegara a acontecer en un supuesto dado, ya estarás consumido en tu maldad, y todos tus mejores años se pasaron y no te diste por enterado. Una persona que experimenta el sentimiento de la envidia no logra ver el éxito que le rodea, por estar enfocado en el éxito de aquellos que aborrece. Eso es lo que a mi parecer representa una gran pérdida de tiempo. La persona envidiosa es insaciable porque su envidia proviene de su interior, y por eso nunca puede quedar satisfecha ya que siempre encontrara a otro en quien centrarse.
Otro hombre que experimento el sentimiento de la envidia fue el salmista del Templo llamado Asaf. El Salmo 73:1-3 dice lo siguiente: (1) Ciertamente es bueno Dios para con Israel, para con los limpios de corazón. (2) En cuanto a mí, casi se deslizaron mis pies; por poco resbalaron mis pasos. (3) Porque tuve envidia de los arrogantes, viendo la prosperidad de los impíos. Este salmo ilustra los resultados de permitir que la fe de uno en Dios quede sepultada bajo la autocompasión. El salmista se deprimía al contemplar la aparente prosperidad de los impíos a la vez que veía las dificultades de vivir una vida de rectitud. Asaf era uno de los tres directores levita que dirigía los coros del templo y éste salmista comenzó a ver como aquellos que no adoraban a Dios ni le buscaban eran prósperos, y aunque vivían impíamente parece que todo les salía bien; mientras que los dedicados a Jehová y a su obra sufrían muchas dificultades. Pero cuando nos detenemos a leer los versículos 15 al 17 del mismo salmo, notamos como la actitud de este levita cambia completamente. (15) Si dijera yo: Hablare como ellos, he aquí a la generación de tus hijos engañaría. (16) Cuando pensé para saber esto, fue duro trabajo para mi, (17) Hasta que entrando en el santuario de Dios, comprendí el fin de ellos. Mientras el salmista adoraba a Dios en el templo, comenzó a comprender la suerte de los malos, al contemplar la vida desde la perspectiva de estar bajo el control de un Dios soberano, santo, y llega a la conclusión de que son los impíos, no los rectos, lo que han fracasado.  Ahora bien, si para una persona que conoce a Dios por su cercana relación en adoración, le es difícil escapar de este sentimiento tan cruel como lo es la envidia, a pesar de tener al Espíritu Santo redarguyendo a cada instante; ¿qué queda para aquellos que no conocen a Dios ni tienen a su Espíritu Santo morando en ellos? Por esa razón vemos tantas guerras en este mundo. Cómo el hombre destruye al mismo hombre por las ansias de poder y dominio, cómo la maldad va acrecentándose y el hombre y la mujer luchan entre sí mismos para demostrar quién es el mejor. Luchar cada día para superarte, consciente del potencial que tienes, para dar lo mejor de ti a la sociedad y al mundo que te rodea es válido; pero lograr tus éxitos para demostrarle a otros que eres el mejor y que nadie te puede superar, al punto de edificar tus triunfos sobre las lágrimas ajenas, es el primer síntoma del mal  llamado envidia.

 Mateo 6:22-23  Jesús dijo: (22) La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; (23) pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿Cuántas no serán las mismas tinieblas? Cuando iba de camino a casa de una amiga, meditando en este tema de la envidia porque lo había empezado a escribir, el Espíritu Santo trae a mi memoria este pasaje y me sorprendí. Porque lo he leído incontable de veces y nunca lo había asociado con la envidia. Jesús dice: Si tu ojo es bueno tu cuerpo estará lleno de luz. Note que no dice esta, verbo presente, sino estará, verbo futuro; es decir que en el mismo instante que tu comiences a ver todo de manera agradable, todo tu ser se alimentara de vida. La luz representa la vida, ya que la luz nutre, por tal motivo todo en ti estará saludable. Pero si tu ojo es malo, y todo lo comienzas ver de manera desagradable entonces tu ser se dañara, pues se llenara de tinieblas, y habrá en ti dolor, tristeza, ira, depresión, enojo, frustración, celos, y toda clase de pensamientos inicuos. Por eso vemos personas que pasan y pasan los años y siempre están amargadas, nunca sonríen, (salvo para burlarse del mal ajeno claro está); y terminan enfermas y padeciendo toda clase de dolores. La respuesta está en éste pasaje bíblico. No cuidaron su lámpara, la llenaron de tinieblas y éstas produjeron  muerte.  El hecho es que, a medida que pasen los años lo que está en ti se hará una fortaleza; sea la luz que produce vida, o las tinieblas que produce muerte. Una de las razones por la que el rey Saúl acechó la vida de David, después de que éste joven lo libro de muchos sin sabores matando al paladín filisteo llamado Goliat, fue por la envidia. Dice la biblia que por causa de que a David se le atribuyo el éxito de la victoria Saúl desde ese día comenzó a ver a David con malos ojos (2 Samuel 18:8-9). Saúl no disfruto de la victoria otorgada por David, porque las danzarinas cantaron “Saúl mato a sus miles y David a sus diez miles”  Éste rey en vez de alegrarse al ver a todo su ejército vivo, su cabeza aun en su cuerpo, a su esposa y a sus hijos e hijas seguros, lo que hizo fue enfocarse en la estrofa de las danzarinas; y a partir de ese día decidió aplicársela a David al punto de procurar su muerte.  El envidioso nunca reconocerá tus méritos, aunque los tengas; y lo triste es que la persona que te envidia es aquella a la que tu más has favorecido. Ser objeto de la envidia es por demás doloroso; porque te hacen sufrir sin necesidad.

 Empieza a mirar desde la óptica de Dios para que veas los méritos que tienen aquellos que te rodean, porque sólo el Señor puede mejorar tu forma de ver al  mundo.

  El mal de ojo terminó. ¡ES TIEMPO DE MIRAR CON BUENOS OJOS!

lunes, 8 de enero de 2018

Con las manos en la masa.


¿Cuántas veces se nos ha dado la oportunidad de hacer lo correcto? Muchas.  Y más aún, cuando sobre nuestros hombros reposa una gran responsabilidad,  que abarca a muchos en nuestro entorno. Eso mismo estaba aconteciendo en el capítulo 6 del libro de Josué. A Josué como sucesor de Moisés se le había asignado la tarea de conquistar todos los territorios que Dios le había prometido a Abraham, Isaac y Jacob y repartírsela a los descendientes  pero; dichas conquistas debían realizarse mediante fuertes guerras, pues sus actuales ocupantes denominados en la biblia como heteos, heveos, jebuseos, cananeos, zifeos etc., eran gente sanguinaria y muy paganas que no cederían  sus tierras sin derramamiento de sangre. La primera ciudad que debía ser tomada era Jericó, una ciudad que estaba fortificada por un anillo doble de muros, el externo de casi dos metros de grueso y el interno de casi cuatro; donde se colocaban tronco a lo largo de estos, apoyando casas sobre las paredes. Debido a que Jericó estaba construido sobre un monte, solo podía ser tomada al subir por una pendiente pronunciada, lo cual colocaba a los israelitas en una posición de gran desventaja. Los que atacaban una fortaleza así como Jericó normalmente usaban un sitio de varios meses para forzar que la ciudad se rindiera a través del hambre.
Los habitantes de Jericó -según la biblia-, temblaban dentro  de esas grandes murallas, porque el temor de Jehová había caído sobre ellos; pues la fama del paso del Jordán ya se había propagado por todo esos territorios. Lo difícil era entrar a Jericó y fue por eso que Dios dio la  estrategia para tomar la ciudad. Jehová Dios hizo lo imposible, y a los israelitas le toco hacer lo posible. Cabe resaltar que cuando la biblia habla de todo el pueblo que entro a tomar Jericó luego que los muros cayeron, solo fue la gente de guerra y los sacerdotes con el Arca del Pacto y sus bocinas. Era la gente de guerra  la que estaba bajo la orden de Dios a través de Josué de no tocar el anatema. La responsabilidad recaía sobre los príncipes de Guerra y sus tribus. El trabajo fue arduo.  Darle siete vueltas a una ciudad en un mismo día, para que luego que cayeran los muros entrar a desbastarla, conscientes de que los que estaban dentro de ella iban a defender sus vidas y pelear hasta el final requería de un gran desempeño. Fue una guerra sangrienta; ver caer hombres, mujeres y  niños no debió ser nada fácil para los israelitas; pero esa era la orden. Entonces; después de esa ardua labor a un hombre le pareció muy poca cosa la orden de Dios de no tocar el anatema, sino que lo vio, lo deseo, lo tomo y lo trajo a su tienda para enterrarlo. ¿Ahora la pregunta que me hago? ¿Como un solo hombre pudo cargar una túnica real que estaba adornada y quizás bordeada con joyas preciosas, además de cargar 200 siclos de plata y un lingote de oro de 50 ciclos de peso real? Para que Acan lograra trasladar todo este botín  tuvo que: 1) Apartarlo y esconderlo  cerca de los escombros para volver luego y trasladarlo a su tienda. 2) Hacer una reunión en su casa e informarles del asunto a su familia buscando el apoyo para el traslado. Porque, era imposible hacer ese traslado a su tienda delante del resto del pueblo, ya que se escandalizarían y terminaría Josué notificado del asunto y traería un gran problema para Acan. Pero tuvo que acontecer una situación dolorosa para Josué y la Nación de Israel para que el pecado de Acan saliera a flote. 30 hombres de guerra, de los mejores, los osados y sobrados; los más valientes cayeron muertos por los habitantes de Hai, y un resto le dio las espaldas en una huida muy vergonzosa a un pueblo menor en ejercito, y en estrategias; y ¿todo por qué? Porque Israel había pecado. Se había activado  una intermitencia de pecado a nivel espiritual que traía consecuencias a nivel físico. Afortunadamente Josué como buen líder se fue a la persona correcta a buscar explicaciones; y Dios le muestra la gravedad del asunto y le da las indicaciones para resolver el problema.
En la Biblia encontramos a muchos que escondieron sus deseos pecaminosos y atrajeron terribles consecuencias para sus familias y entornos. Uno de estos hombres fue el Rey David. En cierta ocasión huyendo de Saúl fue a la ciudad sacerdotal llamada Nob (1 Samuel 22:9-19) y estando en esa ciudad le mintió al Sacerdote principal al punto que le dio aun la espada de Goliat, creyendo este sacerdote la mentira que David le dijo sobre una incursión que el Rey Saúl le había encomendado en secreto. Lo tremendo es que David consciente de la presencia de uno de los pastores de Saúl, siguió con su plan de abastecerse de pan en Nob y seguir su camino de huida. Esta acción irresponsable de David trajo fatales consecuencias para estos 400 inocentes sacerdotes; ya que Saúl al ser avisado de la estadía de David en Nob, inmediatamente vino y el  mismo mando a matar a todos, incluyendo sus familias. Todo por una mentirilla piadosa. Porque, a veces creemos que  Dios tiene una balanza para el pecado; cuantos pesan más y cuantos pesan menos. Para Dios el pecado pesa lo mismo. Es para nosotros que el pecado tiene un peso diferente; y dicho peso lo determinan las consecuencias que el  pecados ocasiona. En 1 Samuel 22:22 David reconoce que esta masacre sacerdotal fue su culpa.

Algo que debemos saber es que la Biblia dice en Proverbios 28:13  “El que encubre sus pecados  no prosperara; mas el que los confiesa y se aparta alcanzara misericordia”. Lo primero que destruye el vallado de Dios sobre nuestras vidas es el pecado oculto. Debemos diferenciar el pecado oculto del pecado por deslizamiento; ya que el pecado por deslizamiento es el que el creyente comete con conciencia, por debilidad, pero inmediatamente al ser redargüido por el Espíritu Santo a su espíritu se arrepiente y se aparta. Pero el peligro del pecado oculto es, que este se ejecuta con consciencia pero aunque el Espíritu Santo le redarguye  directamente a su espíritu, el creyente hace caso omiso al Señor, porque en su corazón ha determinado seguir con la práctica indebida, hasta que es sorprendido y sale el pecado a flote. Casi siempre es bajo un marco referencial dramático, vergonzoso y triste. Tres cosas que toca satanas cuando el vallado de Dios no está en la vida del creyente por causa del pecado oculto.
1)      Los bienes materiales.
2)      Los Hijos
3)      La carne .(el cuerpo)
Cuando David peco con Betzabeth y cayó en adulterio seguidamente de homicidio, satanás destruyo a sus hijos e hijas, y por medio de su propio hijo Absalón tomo sus bienes materiales;  cuando se rebelo contra él; y su propio cuerpo por cuanto premedito con alevosía el asesinato de Urias heteo, su fiel soldado. En el Salmo 51:8 David orando a Dios dice: “Hazme oír  gozo y alegría, y se recrearan los huesos que has abatido” Debemos entender que no hay cosa que le produzca más indignación a Dios que el pecado oculto. David pretendía ocultar su pecado enviando a Urias a dormir con su mujer, obligándolo en tres ocasiones por medio de la manipulación y la persuasión a violar la ley de los guerreros de  no  tocar mujer mientras estuvieran en la guerra.  Lo mismo aconteció en los tiempos de Ezequiel, cuando profetizó la deportación y el juicio inminente de Dios a los reyes de Israel y Judá por causa del pecado de ellos, pero lo más terrible fue que tuvo que mostrarle el pecado oculto de los sacerdotes que ministraban en el templo; pues en sus habitaciones personales tenían sus altares y adoraban a otros dioses, dejando a Dios de lado. Lo tremendo es que este pecado no se veía hasta que Ezequiel comenzó a sacarlo a la luz.
Los sacerdotes estaban llamados a enseñar las leyes al pueblo. Dios coloco los sacrificios de expiación como medida para santificar al pueblo cuando pecaba; pero ellos tenían la ley; y esa era el mejor medio para evitar tropezar con el pecado. Solo que su deseo de hacer lo malo era más fuerte que su deseo de obedecer; es por eso que siempre ponían la mirada en los corderos que pastaban en los campos o en los corrales como el salvo conducto  para el pecado que ellos pudieran cometer.  Ahora entiendo porque Aarón entraba con el incensario a adorar a Dios en el lugar santísimo para perfumar el lugar donde él estaba adorando porque por tanta sangre el olor para Dios era insostenible; no porque la sangre oliera mal, sino por el propósito por el cual se estaba haciendo esa masacre de animales. Esa sangre olía a pecado deliberado. Cuando hay pecado oculto aun la alabanza para Dios es abominable.  El salmista decía: “En los íntegros es hermosa la alabanza” Porque aun hay muchos que “alaban” a Dios para desviar su atención del pecado que tienen en sus vidas.
Y esto me recuerda a una situación muy similar que se presento en el huerto del Edén hace miles de años. Considero según mi percepción personal, que fue en edén el lugar donde el hombre intento ocultar su pecado por primera vez.  Cuando Eva come del fruto prohibido y le da a Adán y este come, dice la biblia que se les abrieron los ojos y se dieron cuenta que estaban desnudos. Ellos antes de pecar estaban rodeados de la gloria de Dios.  Ellos no se veían a sí mismos sino a Dios en ellos, por eso que al desobedecer y verse a sí mismos desnudos lo primero que se les ocurrió fue cocer una hojas de higueras haciéndose delantales y tapar su desnudez. El asunto fue que ellos pensaron que haciendo esto Dios no se daría cuenta de su pecado. ¿Y cuántas veces nosotros como hijos en el huerto (estado consciente de Dios) no hacemos lo mismo? Nos cocemos hojas de higuera para tapar solo el frente es decir; lo que aparentemente se ve.  Adán y  Eva cuando estaban el uno frente al otro solo veían  eso, el frente; pero Dios si ve todos los flancos, el frente y la retaguardia del ser humano, de modo que Dios vio lo que ellos no habían tapado. Muchas veces como creyente nos cuidamos de mantener las apariencias y el qué dirán; pero ¿cómo está la retaguardia, es decir; lo que sólo Dios ve? Si hay hojas de higuera en tu vida es porque hay un pecado que estas ocultando.
Fue tan fácil para Acan enterrar ese lingote, ese manto y esas piezas de plata  en su tienda; involucrando a su familia, a sus hijos y luego salir con su cara bien lavada a la guerra como si nada hubiera pasado. Si Dios no le dice a Josué lo que Acan había hecho, éste hombre jamás se lo habría dicho. Desde el momento que se notifica a todo el pueblo que se halló anatema escondido, Acan debió declarar su pecado. Y cuando comienzan a echar las suertes y cae sobre la tribu de Judá Acan se queda en silencio, Luego la suerte cae sobre la familia de Carmi  y Acan nada que abre la boca, hasta que por fin cuando la suerte cayó sobre sí mismo y Josué lo obliga a confesar es que Acan reconoce su pecado. No me quiero ni imaginar la cara de los familiares de éste hombre cuando las suertes prácticamente lo estaban apuntando. ¡Qué gran turbación! la que sintieron los de la tribu de Judá, y todos los de la familia de Carmi. Y es por ello que Josué lo sentencia a sufrir la misma turbación que él les causó. Es triste ver como muchas de las duras circunstancias que nos suceden son producto de algún lingote de oro oculto, y que también en muchos de los casos ni siquiera son notificados a la familia o al matrimonio, ni a los pastores, ni a los padres. Por eso siempre la oración ante cualquier circunstancia debe ser Señor; ¿que está produciendo esta situación en mi casa o en mi matrimonio o en mi familia? Dios está siempre interesado en revelar lo oculto por el bien de nosotros mismos. La complicidad en el pecado oculto, nunca será la mejor opción. Y como muestra del castigo, la tierra se abrió y se trago vivo a Acan, a su esposa e hijos. Dios no es injusto; él jamás tendrá por inocente al culpable o viceversa. La biblia dice que ciertamente “el alma que pecare, ésta morirá”. Aquí hubo un pecado corporativo, y por ende la sentencia en dicho juicio también fue corporativa.
Del mismo modo, al final, el pecado que Adán y Eva quisieron tapar con hojas de higuera trajo un peso tal, que solo Jesús algún día nos dirá cuanto le peso esa Cruz donde fue crucificado.
A David le peso tanto ocultar su pecado que le suplicó a Dios que lo limpiara de sus maldad, y que no le quitara a su Espíritu Santo. El peso del lingote de Acan fue tal que perdió la familia, su reputación como príncipe de guerra y su propia vida. Si Acan tenía una situación económica precaria al punto de ver el lingote, el manto y las monedas de plata como la vía para salir de su problema, se equivoco; esa no era la vía. Si David justificando su piedad como rey de no cumplir la ley de las adulteras sobre Betzabeth haciéndola pasar por inocente, y trayendo toda la responsabilidad sobre él como Rey decidió matar a Urias se equivoco. Esa no era la vía.
La desobediencia nunca ha sido la vía para alcanzar nada de parte de Dios. El pecado es pecado y punto. Lo que Dios denomina anatema es anatema; aunque ante nuestros ojos se vea bonito, agradable o deseable. Anatema es todo aquello que Dios no te ha mandado a tomar, porque lo que nunca sabremos es si ya eso que quizás hemos visto y deseado, Dios lo tiene reservado para alguien más, o mayor aun, esté reservado para su tesoro personal.

Nuestro deseo debe estar alineado a la voluntad de Dios y más cuando hay un peso de parte de Dios sobre nuestros hombros que tienen nombres y apellidos. Hay muchas guerras que librar aún y muchos territorios que conquistar y ayudar a poseer, por eso la demanda de ser obedientes en cada conquista va a ser siempre mayor de parte de Dios.

 Es mejor confesar que ser sorprendidos.

jueves, 4 de enero de 2018

Correré a tu encuentro.


¿Quién no desea escuchar una canción nupcial, cuya protagonista seas tú misma? Son muchas las doncellas que sueñan con un príncipe como esposo, y convertirse en la princesa de un buen hombre.  Aunque para nuestra sociedad actual el matrimonio parece que ha perdido valor e importancia, veremos a continuación en el Libro de Cantar de los Cantares lo que el matrimonio representa para Dios y para su pueblo escogido, incluyendo a la Iglesia de Jesucristo; es decir, el creyente.  El capitulo 5: 2 al 8 dice lo siguiente:
Yo dormía, pero mi corazón velaba. Es la voz de mi amado que llama: Ábreme, hermana mía, amiga mía, paloma mía, perfecta mía, porque mi cabeza está llena de rocío, mis cabellos de las gotas de la noche.
Me he desnudado de mi ropa; ¿Cómo me he de vestir? He lavado mis pies ¿Cómo los he de ensuciar? Mi amado metió su mano por la ventanilla, y mi corazón se conmovió dentro de mí.
Yo me levante para abrir a mi amado, y mis manos gotearon mirra, y mis dedos mirra que corría sobre las manecillas del cerrojo. Abrí  yo a mi amado; pero mi amado se había ido, había ya pasado; y tras su hablar salió mi alma. Lo busqué y no lo hallé. Lo llamé y no me respondió.
Me hallaron los guardas que rondan la ciudad; me golpearon, me hirieron; me quitaron mi manto de encima los guardas de los muros.
Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, si halláis a mi amado, que le hagáis saber que estoy enferma de amor.
Salomón, quien reino sobre el reino unido de Israel 40 años (971-931 A.C) aparece siete veces  por nombre en el Libro de Cantar de los Cantares a la luz de sus habilidades de escritor, capacidad musical y el sentido de autoría sin dedicación.
Dos personas dominan ésta dramática canción de amor de la vida real. Salomón cuyo reinado es mencionado 5 veces, aparece como el amado y la doncella sunamita lo más probable es que haya sido una residente de Sunem, una región ubicada 4.8 km al Norte de Jesrel en la parte baja de Galilea. Aunque algunos sugieren que esta joven es la hija del faraón de Egipto (1 Reyes 3:1) el canto no provee evidencia para ésta conclusión. Otros  por el contrario favorecen a Abisag, la sunamita que cuido del Rey David en su vejez, cuya familia posiblemente había sido contratada por Salomón. Esta joven habría sido la primera esposa de Salomón antes que él pecara y añadiera a su vida 699 esposas más y 300 concubinas.
Lo que me llama la atención de este pasaje es que luego que esta joven se casa con un Rey, cuyas ocupaciones eran numerosas, por causa de sus constantes viajes ya que era un hombre  reconocido por su sabiduría, comienza a experimentar el desinterés en su relación. Quizás en cada viaje él demoraba meses y por eso ella acostumbrada a dormir sola, se fue alejando de ese primer ensueño o deseo de cercanía con su esposo. Es probable que Salomón llego antes de lo esperado, quizás con el deseo de sorprenderla, pues lo hizo ya muy tarde en la noche según Cantares 5:2, pero aunque ella dormía, pudo escuchar entre su ensueño la voz de su amado que llamaba; y en  su costumbre de no despertar a esa hora de la noche, la llevo a buscar excusas para no levantarse. Adormecida se preguntaba ¿Cómo me he de levantar? ¿Cómo me he de vestir? Mi pregunta es: ¿Acaso una recién casada necesita cubrir su desnudez ante su esposo, y más cuando éste viene de lejos a su encuentro? Salomon aun así, en medio del rocío de la media noche, cansado de esa larga faena del día, de atender tantos asuntos concernientes al reino nada fáciles, por cierto; metió la mano por la ventanilla, para levantar la cortina y verla. Cada vez que leo este pasaje Cantares 5:4  se conmueve todo mi ser. ¡Qué amor tan maravillosos! el que éste Rey sentía por esta mujer. La observo tan adormecida aun en su cama, que se fue, quizás a una de sus cámaras del palacio real. Y es  ahí cuando ella se conmueve y reacciona; pero es tarde. Su amado se ha ido.
Hay un refrán popular muy viejo que dice: “nadie sabe lo que tiene; hasta que lo pierde” Y son muchas las historias que una escucha acerca de personas que perdieron magníficos matrimonios, empleos, oportunidades de ascensos, y grandes logros personales, aun amistades de años por el simple hecho de no valorar lo que tenían en ese momento. Algo que he aprendido en estos últimos años es que hay personas que solo llegaran a estar en nuestras vidas una sola vez; porque inclusive, si nos dieran la oportunidad de conocer personas con mas ingenio y  mejor status social que las que tenemos tan cercanas a nosotros en este momento, nada se igualara al hecho de que; el regalo que Dios nos ha dado con tenerlos tan cerca es lo que marca la diferencia en nuestras vidas, porque hay oportunidades que solo se presentan una vez,  y es muy triste que a veces pasen tan desapercibidas a nuestro lado. Considero que el enemigo número uno de las grandes y maravillosas relaciones perdurables en el tiempo y la distancia es el ego; ya que como seres humanos nos convencemos a nosotros mismos que todo lo que tenemos es porque lo merecemos, y de paso aquellos que nos tienen a nosotros en sus vidas son privilegiados. Eso a menudo hace que en la relaciones interpersonales estemos siempre más dispuestos a recibir que a dar.
Éste es un buen momento para realizarnos la siguiente pregunta: ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo inusual, por la persona amada al punto de que eso representara un sacrificio para tu tiempo y tu ego?  Y cuando hablo de persona amada me refiero a aquella que sabemos que merece lo mejor de nosotros, por todo el tiempo que ha estado en nuestra vida de manera incondicional.  Cuando veo transcurrir los días por demás tan tecnológicos, me siento nostálgica porque quisiera ver estallidos de locura en un parque donde estén muchos amigos contándose historias cargadas de muchas risas; o me gustaría pasar por un restaurante o feria de comida y ver a un hombre de rodillas pidiéndole matrimonio a su novia ante la mirada sorpresiva de todos los comensales y curiosos que por ahí transitan. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo loco como gritarle ¡te amoooooo! a tu mami o papi, a tus hijos o a tu esposa-esposo o quizás ¿porque no?, a un gran amigo-amiga? De eso se trata la vida, de hacer cosas maravillosas por las personas que siempre han estado en nuestras vidas de manera incondicional, y créeme cuando te digo que esos son los momentos que nosotros extrañaremos el día que sepamos que tendremos que partir.

La chica de este pasaje bíblico se dejo ganar por el ego. Ser la esposa de un gran Rey la llenaba de grandes privilegios; y Salomon era por demás un Rey bastante romántico y con dotes de conquistador lo que hacía de esta joven sunamita una de las pocas en el reino con semejante tesoro; pero ella se confió, y cuando su amante esposo vino a su casa ella no lo quiso recibir, porque para ella sus pies limpios representaban una mayor prioridad. Cuando por fin reacciono;  (porque Dios siempre les da al hombre y la mujer la oportunidad de tener acceso a su buen juicio), ya era muy tarde; Salomon se había ido, y cuando ella salió a buscarle lo único que encontró fue una paliza de parte de unos guardas que no la reconocieron. Es lamentable ver como hombres y mujeres perdieron grandes parejas porque sus amigos, familias, empleos y deseos propios representaban su mayor prioridad.  Siempre las rupturas van a dejar los hematomas de una gran paliza en nuestro corazón, pero lo más doloroso es que hay rupturas que nunca más podrán repararse.  La Biblia registra que  ésta fue la única vez que el Rey Salomon hizo una manifestación tan esplendida de su amor por una mujer, ya que fue la única de sus bodas que quedo registrada; pero la historia relata que este rey tuvo  699 esposas y 300 concubinas las cuales lo sedujeron, y lo llevaron a dejar la ley de Jehová Dios y de inclinarse a las pretensiones idolátricas de ellas, trayendo como consecuencias devastaciones en su reinado y una gran división en el reino.
Otra historia semejante fue la del Rey David, padre de Salomon con su esposa Mical, hija del rey Saúl. David mata a Goliat y había una recompensa por ello, entre las cuales se encontraba la hija mayor del rey Saúl llamada Merab, pero al tiempo de cobrar la recompensa prometida, Saúl molesto con David por haber recibido los meritos de la batalla, le entrega  su hija Merab a un hombre llamado Adriel; sin embargo Mical la segunda hija del rey estaba enamorada de David, de modo que su padre se la entregó por una dote de cien prepucios de filisteos. David no solo mató cien filisteos, sino que aumento la suma a doscientos prepucios para demostrar que era digno de la hija del rey. Ahora bien esta joven luego de todos estos acontecimientos, menosprecia a David en su corazón, porque lo vio danzando y alabando a Dios sin sus ropas reales (2 Samuel 6:16).  Considero que ser esposa de un hombre como David  era un privilegio, además de que el motivo de su alegría se debía a que por fin sus días de persecución por parte de Saúl  habían terminado Dios estaba confirmando su reino, y tener el Arca del Pacto de Jehová en Jerusalén la capital del Reino de David lo hacía más conmemorativo; entonces ¿porque botar a la basura tanto privilegio? El ego, el ¡qué dirán nuestras amistades! Ella consideró que la desenfrenada danza gozosa de David era una conducta improcedente para la dignidad  y gravedad de un rey porque le exponía en algunas maneras. Pero la actitud de esta mujer la llevo a perder la bendición en su hogar, ya que David deseaba el mismo inevitable éxito de parte del Señor como el que se había experimentado en la casa de Obed-edom (ya que mientras el arca estuvo tres meses en la casa de Obed-edom Jehová bendijo su casa y a toda su familia. 2 Samuel 6:11).  Pero la actitud de Mical frustró la bendición en aquel tiempo, ya que fuera porque David dejo de tener relaciones maritales con ella o que el Señor la disciplinara por su menosprecio de David, Mical no tuvo hijos. En los tiempos del Antiguo Testamento era un estigma quedar sin hijos. La esterilidad de Mical le impidió dar un sucesor para el trono de David procedente de la familia de Saúl. (2 Samuel 6:20-23).
El Señor dijo: “Buscad a Jehová mientras pueda ser hallado, llamadle en tanto esta cercano”. Considero que la relación más importante que el ser humano debe cuidar es la de Dios. Un predicador y gran amigo llamado José Consuegra dijo en una de sus predicaciones: “Hay creyentes que vienen a los servicios los martes y los domingos, pero en su intimidad dejan a Dios esperando” Esa frase me transmitió mucha tristeza, porque realmente hay quienes menosprecian a Dios en sus corazones, buscándolo solo en momentos de angustia o de aflicción; pero nunca en momentos de alegría. Es decir; lo buscan de manera interesada, y no se dan por enterados que tener a Dios cerca es un gran privilegio.
Las grandes relaciones deben valorarse, y sobre todo cuidarse y protegerse. No somos nada ni nadie sin tener a quien amar. Ser amados es importante pero lo más fundamental es saber amar, porque siempre es mejor dar que recibir.

Por eso correré a tu encuentro; para no perderte.

sábado, 4 de noviembre de 2017

El reposo y la revelación.

Dice la escritura en Deuteronomio 28:7 Jehova derrotara a tus enemigos que se levantaren contra ti; por un camino saldrán contra ti, pero por siete caminos huirán de ti” y me levante con esa palabra, porque pensé en alguien que estaba corriendo un riesgo enorme y oraba para que Dios enviara ángeles a su alrededor a proteger su vida; en ese preciso instante el Espíritu Santo me hablaba del ¿porque un enemigo huiría por siete caminos?. Resulta que el siete en la biblia representa  Plenitud y descanso.  “y al séptimo día reposo Dios de toda su obra y lo santificó” Génesis 2:3.
También al pueblo de Israel Jehová Dios le dio la orden de trabajar seis días a la semana, pero guardaras el séptimo día y lo santificaras para mí. Éxodo 23:12 Y se le llamo el día de Reposo.  También se le ordeno al pueblo de Israel trabajar la tierra seis año y al séptimo año la liberarían de todo su trabajo, al igual que al esclavo, de modo que la tierra reposaría al séptimo año y no sería labrada. Éxodo 23:11  Cuando meditaba entonces en “por un camino saldrán contra ti, pero por siete caminos huirán de ti” entendí que  aunque las dificultades vengan contra ti para afligirte hasta cansarte, Dios ha establecido siete oportunidades para que huyan de tu vida. Y lo más resaltante es que siete son los días de la semana; por lo tanto cada día de la semana Dios abre camino para que las dificultades, los problemas, adversidades huyan de nuestras vidas. Siete caminos, siete días, siete oportunidades para recibir descanso y ser libres. No podemos permitir por la incredulidad, que las dificultades, enfermedades y problemas que vengan a afligirnos duren más de siete días en nuestras vidas, y en nuestros hogares, porque los entendidos serán apercibidos del ¿por qué? de la situación y tomaran la decisión de accionar la fe, la palabra y provocar que el viento del oeste llamado Favonio cambie las circunstancias a nuestro favor a través de la oración. Éxodo 10:19 Este viento cambio las circunstancias de Egipto porque arraso con las langostas que estaban destruyendo las cosechas. Es necesario que identifiquemos las langostas que están dañando nuestros campos llámense financieros, familiares, ministeriales; y para eso necesitamos la revelación de Dios.

Génesis 24:15-18.
(15)  Entonces Moisés subió al monte, y una nube cubrió el monte. (16) Y la gloria de Jehová reposo sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamo a Moisés de en medio de la nube. (17) Y la apariencia de la gloria de  Jehová era como un fuego abrasador en la cumbre del monte, a los ojos de los hijos de Israel. (18) Y entro Moisés en medio de la nube, y subió al monte; y estuvo Moisés en el monte cuarenta días y cuarenta noches.
Me llama la atención el versículo 16 de este capítulo porque resalta el séptimo día. Y algo que debemos tener claro es que en la Biblia, puesto que es un libro inspirado por el Espíritu Santo nada ocurre por casualidad; todo tiene una causa y un sentido que rompe toda lógica, y todo argumento humano. La pregunta es ¿Por qué Jehová Dios no llamo a Moisés al tercer día, o al quinto o sexto día desde la nube; sino que espero el séptimo día para llamarlo a entrar y reunirse con él? Aquí fue donde me cayó el maní, como dicen muchos; o como digo yo ¡me llego el remazo! Seis días el hombre trabajaría, estaría ocupado en sus faenas laborales, y esto traería consigo sus implicaciones  tales como: fastidio, cansancio, preocupaciones, angustias, etc. Pero en el séptimo día el hombre tenía que evitar realizar toda actividad física y laboral de manera que se debía dedicar única y exclusivamente a adorar a Jehová, y meditar en su ley. Dios nos regalo un día para no preocuparnos, para no angustiarnos, para estar descansados y tranquilos. Y es por ello que en ese día llamo a Moisés desde la nube. Porque es en la quietud y en el reposo donde podremos escuchar la voz de Dios. Dios no se comunica con personas cuyas mentes están atribuladas; y menos puede traer revelación a personas cuyas mentes están ocupadas en las faenas laborales que giran en torno a sus necesidades apremiantes como seres humanos. Dios trae revelación solo en aquellos que están reposados, tranquilos, mentalmente serenos sobre todo cuyos espíritus estén afables. Porque un espíritu afable produce serenidad en la mente. No concibo la idea como seres tripartitos que somos espíritu-alma-cuerpo; que una persona cuyo espíritu este afable por causa de la conexión con el Espíritu Santo de Dios, pueda a su vez estar atribulado mentalmente, desequilibrado en sus emociones, desenfocado y distraído haciendo su propia voluntad, dirigido no por el discernimiento sino por sus instintos, y cuyo cuerpo este desgastándose por causa del estrés que provoca una división tan severa como esta. Así como Dios es uno; nosotros estamos llamados a ser uno; no solo como Iglesia de Jesucristo, sino como templo de Dios. Debe haber una unidad en mi ser interior; donde mi espíritu-alma en común acuerdo dirigen y gobierna mi cuerpo. Claro está que cuando el espíritu del creyente se fortalece en el Señor por causa de la revelación, trae el dominio y gobierno del Espíritu Santo al alma, y tenemos el caso del rey David cuando le hablaba al alma y le decía: “Alaba alma mía a Jehová y no olvides ninguno de sus beneficios” y ésta luego de procesar toda la revelación se somete voluntariamente, de modo que el cuerpo simplemente por medio de sus expresiones neurolingüísticas comienza a dar señales de quien está gobernando. Es necesario tener reposo interno para recibir la revelación de Dios.
Cuando Dios en la cueva le habla al profeta Elías y le hace la pregunta del siglo ¿qué haces aquí Elías? Y Elías le da su súper respuesta, Dios le ordena que salga de la cueva, y se ponga en el monte delante de Jehová. Pero la primera manifestación de Dios fue por medio de un grande y poderoso viento que rompía los montes y quebraba las peñas; pero según Elías ese no era Jehová, luego se manifestó un terremoto, y se dijo Elías a sí mismo, ese tampoco es Jehová, luego por tercera vez se manifiesta un fuego  y Elías dice definitivamente aquí tampoco esta Jehová; pero al final vino un silbo apacible y cuando Elías lo escucho se cubrió el rostro con su manto y Dios hablo con el y le dio directrices de lo que debía hacer para los días por venir. Ciertamente los tres fenómenos el viento,  el terremoto y el fuego manifestaban la inminente llegada del Señor; pero la revelación  de Dios llego a Elías llego desde el silbo apacible. 1 de Reyes 19:9-18.
Esta palabra confirma que solo en la quietud de nuestra vida Dios revelara los misterios de su voluntad. La pregunta que yo me hacía por mucho tiempo era ¿Por qué no hay revelación como antes? Y aquí Dios me respondía. El pueblo de Dios en su mayoría esta tan sumergido en sus faenas laborales, y cuando digo sumergido me refiero a mentalmente entregados; que ha dejado de lado el séptimo día. El día más valiosos que el hombre tiene es el de reposo. Y no hablo de un día literal como lo es el sábado para los judíos; sino del reposo del que habla el escritor en el libro de Hebreos. El que ha entrado en el reposo de Dios, ha reposado de todas sus obras. Dios desea hijos que estén apercibidos espiritualmente de que la nube esta sobre su vida los seis días de la semana, esperando el séptimo día para ser llamados.,  Y eso solo pasa con los entendidos. Los que han entrado en el reposo de Dios tienen un espíritu afable y una mente serena, por lo tanto no andan angustiados sino confiados de que Dios tiene las respuestas a todas las necesidades o vicisitudes que se presenten.

Siete caminos Dios ha preparado para que huyan todos los que quieren venir contra ti a atribularte. Siete oportunidades para tener paz. Pero sobre todo una perfecta oportunidad para revelarse a tu vida.

viernes, 30 de diciembre de 2016

3 veces te negué, y ¡cantó el gallo!

Estoy asombrada de ver en las redes sociales a jóvenes que le sirvieron al Señor y, apenas dejaron la congregación, se alejaron de él, dándolo por sentado a través de imágenes que denotan un cambio de vida y de actitud. Por  otro lado están los que han dejado el País, que mientras estuvieron aquí le prometieron al Señor fidelidad en cualquier lugar del mundo, y ahora sus obras testifican en contra de ellos mismos y los señala como desleales en tierras extranjeras. No logro entender cómo puede haber tanta separación en el corazón de alguien que degustó y disfrutó de la compañía de mi Señor. Es como si un esposo decidiera dejar a su esposa de años sola, por un instante, mientras duran sus vacaciones en algún País cercano o viceversa. ¿Qué pasó? ¿Acaso se acabó el amor? -es mi pregunta de siempre en estos casos- porque no concibo que alguien pueda alejarse de Dios bajo ninguna circunstancia, creo que si yo me fuera al lugar más recóndito de la tierra, allá se iría el amor de Dios conmigo. Y no solo el amor que Dios siente por mí, sino el amor que yo siento por él, porque es parte de mí. En la Biblia se menciona a un hombre que experimento la cercanía con Jesús, tanto; que fue de su círculo íntimo de discípulos al igual que  Juan y Jacobo, y me refiero a Pedro. Éste discípulo a quien se le había revelado quien era Jesús, era el único del cual los cuatro evangelios dan testimonio, del énfasis que él hacia acerca de lo mucho que amaba al maestro, al punto de dar su vida por él de ser necesario. Tanta era la devoción que Pedro  profesaba por Jesús, que fue el único discípulo a quien Satanás pidió para zarandearlo directamente. Pedro estuvo en el monte de la transfiguración, y vio a Moisés y a Elías hablando con el Señor ¡que privilegio! Éste discípulo fue el hombre a quien Jesús le cambio el  nombre, pues su nombre original era Simón. Jehová le cambio el nombre a Abraham, a Sara, y a Jacob, pero en el nuevo Testamento solo a un hombre Jesús le cambia el nombre; a Simón, y  lo llama Pedro. Las actividades que Pedro realizo mientras anduvo con Jesús fueran muchas y resaltantes. Él estuvo cuando Jesús resucito a la hija de Jairo –un principal de la sinagoga-, cuando detuvo el flujo de sangre -al instante- que padeció una mujer por doce años. Inclusive era tan cercano al  maestro que llegó a tener la osadía –que da una amistad muy intima- de reconvenirle o alejar a Jesús de los demás discípulos para “aconsejarle” a no morir en una cruz, ni padecer una muerte tan atroz. En pocas palabras Pedro lo que le estaba diciendo al Señor era “Tú tienes el poder como hijo de Dios para evitarte un dolor de esa magnitud”. Pedro fue el único hombre que relata la Biblia que camino sobre el agua, además de Jesús ¡claro esta! Moisés abrió el mar rojo y camino en seco, Josué abrió el Jordán y camino en seco; pero Pedro se atrevió a mojar sus pies y caminar sobre el agua. Cuando consideramos todas estas cosas, por nuestra mente jamás pasa un pensamiento de rechazo hacia Jesús, pero su amigo intimo; su discípulo –uno de los más activos-, el osado, el que se jactaba –en su corazón- de amarlo más que los once restantes; de ahí que Jesús al final del episodio triste de la negación, cuando resucita y se le presenta le hace la pregunta que marco para siempre la vida de Pedro; ¿me amas, más que estos? Ese discípulo que tuvo la idea de darle un consejo al maestro ahora le negó tres veces y ¡ándale! Canto el gallo.
Y es que parece que cuando estamos con Jesús todo es color de rosas, idílico, no hay miedo y hasta nos sentimos con ánimos de cortar la oreja a cualquier adversario; pero basta solo unas horas sin sentir su presencia para que lo neguemos, y hasta tres veces; porque parece que solo una vez ¡no es suficiente! ¿El peligro? Acercarnos al fuego que produce el hombre naturalmente. Creo que Juan, el otro discípulo intimo de Jesús, en vez de hacerle un favor a Pedro, lo que le hizo fue un daño, porque fue gracias a las influencias que Juan tenia con algunos guardias del templo, que se le permitió a Pedro entrar al patio donde estaban aguardando los enemigos acérrimos de Jesús, esos que no creían todo lo que él predicaba, esos que viendo los milagros que hizo decidieron odiarlo y rechazarlo, y fue precisamente a esa gente a quien Pedro se les acerco para calentarse y ya entrado en calor comenzó a relacionarse con ellos, quedando en evidencia por su forma de hablar. Esto provocó un revuelo en el patio, cuando descubrieron que Pedro no era como ellos, que había algo diferente en él que lo relacionaba directamente con Jesús. ¿Y cómo no relacionarlo con el maestro?, si en esos tres años de cercanía, ya éste hombre había sido marcado como propiedad de Dios, cuando Jesús lo escogió para ser parte de los doce como ciudadano del Reino de los Cielos. Solo que parece que hasta entonces el único que no se había dado por enterado de esa marca distintiva fue el mismo Pedro. Ya había una advertencia acerca de esa negación, ADVERTENCIA que Pedro tomo en poco y al igual que este hombre, en la actualidad hay muchos que le restan  valor a las advertencias que la Biblia resalta hasta que canta el gallo.
Hoy por  hoy; hay muchos discípulos negando al maestro con sus actitudes delante de los gentiles –inconversos - ; creyentes que se toman el tiempo para calentarse –hacer amistad o relacionarse- con no creyentes hasta el punto de terminar pareciéndose a ellos, hasta en la forma de hablar. Creyentes que creen que Dios solo está en su  País de origen y cuando crucen las fronteras no serán vistos, ni oídos por Él. Creyentes que creen que con sus costosas donaciones a sus Congregaciones, podrán callar la voz de sus conciencias que le están recordando a diario lo lejos que están de Dios por causa de sus malas acciones. Me sorprende ver como músicos de Dios se fueron del País con su bendición y, luego de ser bendecidos;  regresan y lo primero que traen son botellas de licor para emborrachar con ellas a aquellos que no solo dudan de la existencia y el Poder restaurador de Dios, sino que dan por sentado con -muchos argumentos humanos- que la Biblia no es veraz. Mi pregunta es: ¿Donde quedo la lealtad a un Dios fiel? ¿Dónde quedo el amor que profesaban tenerle? Porque el amor se demuestra con hechos. Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” Una vez Dios le dijo a la Nación de Israel: “Cuando entres a la tierra que Jehová juro a tus padres que les daría, y plantes viñas y bebas del fruto de la vid, y siembres y comas de los frutos de la tierra, y edifiques casa, ¡cuídate! De decir en tu corazón; mi fuerza me ha dado todo esto, para apartarte de en pos de mi; porque YO SOY quien te da el poder de adquirir las riquezas a fin de confirmar mi pacto” Si Dios nos bendice en cualquier lugar donde estemos es para confirmar el pacto que nosotros concertamos con él, cuando decidimos aceptar a Jesús de manera voluntaria. Un pacto es de dos, así como lo es el matrimonio; por eso a la Iglesia se le llama la desposada –novia- del Cordero.
El Pacto de redención que aceptamos de Cristo nos mantiene apercibidos de nuestro estado espiritual, y a su vez nos mantiene ligados a un propósito en la tierra. Pedro tuvo que haberse apercibido en su primera negación que estaba caminando por una zona minada, y que corría el riesgo de explotar. Y así fue. BOOOOM ¡EXPLOTÓ! 

 Dice la Biblia que a la tercera vez negó al Señor Jesús con maldición. ¿En qué consistía dicha negación? ¡No lo conozco! Todos los momentos de alegría que vivió con Jesús, sus aprendizajes, los momentos en que Jesús discutió con él para que se dejara lavar los pies, porque de lo contrario no tendría parte con Él en el Reino, la emoción de ver a su Señor transfigurado frente a él, que lo llevo a tener unas ideas locas de construir tres enramadas, sus pasos en el agua, y a Jesús mirándolo tiernamente mientras lo sacaba cuando se hundió; todos esos maravillosos momentos los tiro a la borda con una simple exclamación ¡No lo conozco!  Yo no sé cuantas veces tú has negado al maestro con tus actitudes y acciones, pero no esperes a que cante el gallo; porque ese canto no es más que la alarma que se activa para recordarte que tocaste fondo y traspasaste los límites de la cordura. El canto del gallo te recuerda que estas en el lugar equivocado y rodeado de la gente menos indicada; y aunque hay muchas versiones acerca de la descripción de ese gallo, lo indudable fue que se cumplió la advertencia de Jesús; Pedro lo negó tres veces y ¡ándale! El gallo canto. En estos tiempos el gallo puede ser una circunstancia producida por tus malas decisiones; como también puede ser una desgracia familiar, o una enfermedad terminal. El gallo puede ser la bancarrota en tu empresa o negocio, y es que a veces somos tan duros con Dios que cuando él nos bendice le damos la espalda, y luego que todo comienza a ir mal, nos volvemos a él con el corazón impregnado de enojo, exigiéndole respuestas sin  siquiera detenernos a reflexionar que quizás somos nosotros los causantes de dichos males; por estar negando al Señor con nuestras actitudes y acciones. Por mucho que nos congreguemos y tengamos –al igual que Pedro- muchas actividades en el Reino de Dios, si nuestro círculo de amigos son personas en cuyo corazón Dios no mora, y nuestros socios son emprendedores en cuyos corazones no mora el Señor, y la persona que he escogido para casarme no tiene a Dios en su corazón, entonces ¡alerta! Te estás calentando en el lugar menos indicado. Y  cuando me refiero a que no tienen a Dios es su corazón, es que; aunque dicen de labios que creen en Dios, sus acciones, y su manera de pensar y de hablar denota lo contrario.
Seamos testigos del Poder de Dios, y no neguemos más a Jesús; porque cuando un creyente se relaciona con no creyentes hasta el punto de participar en todas sus actividades desordenadas -aunque parezcan buenas y sanas- esta diciéndole a ese no convertido que Cristo no cambia.

 No hay nada más peligroso y que produzca tantos llantos amargos que negar la obra redentora que Cristo ha hecho por nosotros y en nosotros.

No esperes que cante el gallo para darte por enterado que negaste al maestro; porque una vez, es más que suficiente.

martes, 27 de diciembre de 2016

Dios siempre esta ocupado

Mientras lavaba los platos del desayuno, pensaba en todo lo que en este día debía hacer para que mi hogar continuara ordenado; y me dije a mi misma: ¡que tremendo!  Yo debería  estar en estos momentos en mi habitación con mi esposo disfrutando de una buena película, mas sin embargo, aquí estoy; lavando los platos, pensando que debo hacer la comida de Docker  -nuestro cachorro-  aprovechar que llego agua para regar las plantas del jardín, y; en ese momento recordé la palabra que le dijo Jesús a sus discípulos “Mi Padre hasta ahora trabaja y Yo también trabajo” Juan 5:17 NBLH.
El único descanso del que se hace mención de Dios en la Biblia fue al séptimo día después  de haber ordenado la tierra y creado al hombre según el libro de Génesis 2:2. Pero no imagino a Abba recostado descansando, dejando de lado el resto de sus ocupaciones en la creación, porque aveces somos tan ególatras que nos creemos únicos en un universo tan infinito. Creo particularmente que en ese séptimo día Dios descanso de su labor en la Tierra, pero continuó cumpliendo su responsabilidad como Señor del resto de sus criaturas  angélicas, como también del resto de las otras galaxias y sistemas solares que existen en el universo. Por un momento me visualicé dejando los platos en el fregadero, la comida de Docker en la nevera, y las plantas sin regar para irme a cumplir con mi rol de ser humano y más aun, de ama de casa merecedora de un descanso, metida en mi cama súper cómoda, acobijada en el pecho de mi esposo, viendo una película relajadamente hasta que el sueño viniera como hombre armado y me venciera. Pero ¡de repente! Tuve otra visión en mi mente. Imagine a Docker pegado a la protección de mi puerta (donde suele esperar cada mañana) con sus ojitos marrones apagaditos por causa del hambre, y de su deseo de saborear su respectivo desayuno; ese que le sirvo cada mañana desde hace 8 meses aproximadamente a la misma hora, y a mis hermosas plantas entristecidas por causa de la aridez del suelo que recuerda lo escaso de la lluvia y de los seis días de racionamiento del preciado liquido como lo es el agua. Ellas tendrían que esperar otros seis días más y conformarse con solo unas pocas gotas del recipiente que lleno con el agua de los aires acondicionado. ¡Créanme! Tengo hermosas plantas en mi jardín que merecen más que unas pocas gotas de agua diariamente. Es por ello que mientras quizás en muchos hogares a las nueve de la mañana las personas estaban disfrutando de un merecido descanso, yo estaba cumpliendo con mi obligación, con mi responsabilidad como ama de casa; y  es que es esa responsabilidad la que nos insta hasta casi obligarnos a cuidar de aquellos que dependen de nosotros. Fácil seria para mi, si mi cachorro tuviera la capacidad de prepararse su propio desayuno, y mis plantas pudieran ir hasta el tanque del agua a beber y bañarse ¡que imaginación la mía! –me río de solo pensar que eso pudiera acontecer- . Del mismo modo no imagino a este mundo sin la presencia de Dios porque éste se fue de vacaciones y vienen a mi memoria fragmentos de la película Todopoderoso 1 y de sus protagonistas Jim Carrey como el hombre que creía que siendo Dios haría mejor el trabajo que el suponía Dios, no hacia; y a Morgan Freeman interpretando al Dios  que decidió irse de vacaciones y dejar la tierra en manos del hombre (Jim) que lo primero que hizo en su rol como Dios fue; cambiar su vestuario, su vehículo, y vengarse de todos los que en el pasado le habían avergonzado y en conclusión, la tierra cayó en un completo caos. Ahora bien; no  imagino lo que hubiera pasado si también éste hombre toma el control de todo el universo. Son muchos los seres humanos que no se dan por enterado de todo el bien que les rodea por el simple hecho  de que  Dios esté hasta ahora trabajando. Ayer veía la película “Dioses de Egipto” que personificaba a las deidades egipcias como hombres que cuidaban del imperio a favor de esos mortales, cada uno en su rol; claro, como era una película de ficción, me llamo la atención que la máxima deidad llamada Ra, era el único que estaba fuera del planeta tierra y su trabajo era vigilar sobre esos mortales, y cada vez que se acercaba la presencia de una nube negra que venía a producir caos en la tierra; esta deidad asumía su rol de padre de todos  y máxima autoridad y con sus bolas de fuego atacaba a esta nube hasta hacerla huir. Y aunque estoy clara que es una película de ficción producida por sutiles filosofías paganas, el Espíritu Santo me ministraba acerca del rol que el Padre tiene en su Reino, y me alegraba al recordar que así esta Abba hasta ahora, guardando a la humanidad y a su creación de muchos males, que de no reprenderlos él; ya habrían destruido éste planeta. La Biblia dice en el Salmo 121:4 “Porque no se adormece, ni duerme el que guarda a Israel” Hay tanto a nivel físico y espiritual que dependen de la soberanía y del esfuerzo laboral de Dios. ¡Qué bueno que Dios no es como nosotros! No me imagino a Dios hablando con Jesús y con el Espíritu Santo acerca de lo duro que es trabajar para que el ser humano este cómodo y protegido –aunque éste no lo discierna, ni lo valore- y tomando la decisión de brindarse unas merecidas vacaciones. Si eso llegara a acontecer, mi oración sería: “Llévame Señor, porque es mejor estar en tu Reino custodiado por ángeles leales, que en una tierra cubierta de tanta deslealtad”. Y como dice un viejo dicho muy popular “cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta” si Dios se fuera de vacaciones, no bastarían todas las fabricas para elaborar trampas para ratones, ni tantos exterminadores. Y cuando hablo de roedores, no me refiero al ser humano que no es más que, víctima o en muchos casos marionetas de seres malévolos, que operan desde afuera; sino, precisamente a esas fuerzas oscuras que emplean su capacidad de inducción y manipulación para destruir la hermosura de la creación de Dios, y entre ellos su mayor objetivo es el hombre.

Si Dios se fuera de vacaciones veríamos su ausencia reflejada en los grandes árboles con el color de sus hojas tenues por la tristeza; veríamos a las aves volar sin sentido y cuyos cantos serian como profundos lamentos.  No habría nubes oscuras en el cielo, porque el sol decaído dejó de brillar y de evaporar con sus rayos el agua de ríos, mares y lagos. La brisa ya no vendría a juguetear con los seres humanos, ni a golpear de manera tan delicada nuestros rostros refrescándolos. Si Dios se fuera de vacaciones no habría noches estrelladas, porque los luceritos decidieron no reír en la oscuridad,  y la luna solidaria no se pondría su fulgor como traje de gala. Si Dios se fuera de vacaciones el campo seria estéril porque el que da la semilla no está. El búfalo perdería su fuerza y el hombre lamentaría y gemiría en la tierra por falta del pan que es su alimento. El hielo se derretiría   dejaría de sorprender con los prismas que produce en las noches heladas. Si Dios se fuera de vacaciones no habría nacimientos, ni se escucharían los llantos del nuevo ser. No habría canción de amores en los talamos nupciales, y las canas plateadas perderían su brillo en la cabeza de los que se preparan a partir a un largo y maravilloso viaje.

Si Dios se fuera de vacaciones, éste articulo no existiría ni yo sería su eterna enamorada. Sin embargo; aun miro a mi alrededor la belleza de mis plantas en el jardín disfrutando del agua, y de la tierra mojada; veo a Docker durmiendo a mis pies, satisfecho, luego de haber disfrutado de un rico desayuno, observo mi casa limpia y ordenada, escucho el hermosos canto de las aves que se pasean por los aires de mi casa de campo, y me complace saber que muchos hombres y mujeres están en sus hogares realizando alguna labor en particular. ¡Qué bueno!

 El saber que hay actividad en la Tierra me recuerda que Dios siempre está ocupado.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Los Árboles mueren de Pié.




 En cierta ocasión leí un libro que tenia este nombre “Los arboles mueren de pie”. Se trataba de  un grupo de artistas cuyas vidas eran un desastre gracias a las oposiciones de la sociedad en la cual vivían, pero aun así decidieron unir sus talentos para fortalecer los vínculos de una familia que estaba pasando por momentos difíciles, y por medio de sus actuaciones lograron mantenerla unida. Lo mismo le aconteció a 3 jóvenes judíos en un imperio llamado Babilonia hace miles de años. Las circunstancias que los llevaron a ese lugar no fueron las más favorables, pues los israelitas como Nación fueron sitiados e invadidos por los babilonios, y de ese modo fueron exiliados de su propia tierra a otra lejana, desconocida y pagana. En estos exilios los que más sufrían eran los de linaje real, pues casi siempre se mataba al rey y a sus descendientes, o en el peor de los casos se les trataba de manera muy cruel como extranjeros; mas sin embargo, en esta ocasión no fue así gracias a la misericordia de Dios, Nabucodonosor Rey de Babilonia trato de manera noble al linaje real y lo trajo al servicio del palacio perdonándoles la vida. Para Israel esta deportación representaba un juicio disciplinario de parte de Dios, ya que por medio del profeta Jeremías Dios le dijo al Rey y a la Nación que se mantuvieran tranquilos a la orden de los Babilonios en su propia tierra, y estarían seguros en su heredad. Pero el Rey hizo caso omiso de las instrucciones de Dios por medio de su profeta y busco alianzas en otro imperio llamado Egipto, el cual a la final decidió no brindar apoyo al Rey israelita y esto produjo que Nabucodonosor se enterara de la traición y decidiera llevarlos a todos a Babilonia. Lo triste es que al Rey le sacaron los dos ojos después de ver como mataban a sus hijos a espada. Es increíble ver todos los penosos acontecimientos que desencadenan una mínima desobediencia producida por la soberbia de un hombre o una mujer conocedora de las leyes y los principios de Dios. Una vez el Señor me dijo: “La magnitud del error lo determinan las consecuencias”. Estos jóvenes judíos de linaje real resaltaban, ya que para los babilonios reunían unas ciertas cualidades para permanecer en el palacio, las cuales consistía que en el aspecto físico debían de ser libres de todo defecto o discapacidad, además de hermosos; es decir; agradables ante la mirada pública. En el aspecto mental debían ser de un espíritu superior; es decir; proyectar una actitud ecuánime, centrada, equilibrada, con una excelente autoestima y sabiduría. Y por ultimo en el aspecto social debían de ser sobrios y refinados (buenos modales) para representación del liderazgo. Además eran educados según la cultura babilónica y un factor clave en el lavado cerebral que formaba parte de su adiestramiento era la asignación de un nombre nuevo, muy distinto al de su nacimiento; esto con el propósito de ligar a los iniciados con los dioses locales y era una expresión de rechazo a sus lealtades religiosas del pasado. Estos tres  jóvenes de nombre ANANIAS (La gracia del Señor), MISAEL (¿Quién es como el Señor) Y AZARIAS (Dios es mi ayuda) terminaron siendo conocidos en el imperio como SADRAC (Mandato de aku) MESAC (¿Quién es lo que aku es?) y ABED-NEBO (Siervo de nebo). Todos estos nombres representativos de  los dioses babilonios. La pregunta que me hago es: ¿Qué culpa tenían estos jóvenes para tener que padecer las tormentosas presiones de un imperio tan pagano? ¡Ninguna! Simplemente es el precio que se paga cuando estas bajo la cobertura de un líder incapaz de mantenerse en los principios espirituales que Dios ha establecido.  Tan fácil que era obedecer la voz del profeta que decía “ponte sumiso ante el rey de Babilonia; porque esto viene de parte de Dios”. Mas sin embargo, la arrogancia y la altivez no les dejaba entender el plan de Dios para la Nación que este rey lideraba, y las consecuencias del exilio Babilonio fue devastadora. ¿Por qué? Fueron muchos los hebreos que traspasaron el límite de la obediencia, (linderos antiguos) violando las leyes de Dios establecidas como mandamientos a través de Moisés; y sucumbieron ante los desenfrenos del paganismo. ¿Cómo lo sabemos? ¡Fácil! ¿Porque solo tres jóvenes hebreos fueron acusados de no postrarse ante la imagen del Rey Nabucodonosor? ¿Por qué solo tres jóvenes fueron lanzados al horno ardiendo? ¿Por qué solo tres jóvenes tuvieron la osadía de enfrentar al mismo rey cara a cara diciéndole “Nosotros sabemos que nuestro Dios puede librarnos, y aun de tus manos oh rey  nos librara; y si no, tampoco nos postraremos ante tu imagen ni la adoraremos”? ¿Dónde estaban los demás hebreos en el momento que sonaban los instrumentos musicales de Babilonia? La respuesta es muy sencilla. Estos tres jóvenes pasaron por todo este duro proceso porque amaban al Dios de sus Padres, hasta el punto de estar dispuestos a morir antes que serle infiel. Mientras muchos hebreos se escondían detrás de la fachada llamada deber; estos tres jóvenes decidieron saltar esta fachada y establecerse en el principio de Dios. Y esto no enseña que; por encima de los deberes, siempre deben estar los principios del Reino al cual pertenecemos; aunque eso implique perder el empleo; los amigos; beneficios monetarios; proyectos futuristas, y estatus sociales. Estos jóvenes tenían ya un alto cargo gerencial cuando fueron expuestos al horno ardiente. Gracias a la interpretación que Daniel hizo de la visión de Nabucodonosor, éste fue llevado a un alto cargo gerencial y pidió que sus tres compañeros también fueran colocados en cargos emblemáticos. Y como es de suponerse,  el hacer bien tu trabajo va a desencadenar envidia en aquellos incapaces e ineficientes; por esta causa fueron llevados a este terrible complot, hasta el punto de hacerlos padecer por ser tan eficientes en sus labores y en sus principios.



Son muchos los creyentes a quienes  les he escuchado decir que están como estos tres jóvenes, solo por padecer pequeños contratiempos; que además son causados por su propia irresponsabilidad o desorden de vida. Hay un dicho popular muy viejo que dice: “no es lo mismo llamar al diablo, que verlo venir” Es muy cómodo leer la Biblia e identificarse con estos jóvenes, pensando en que; de estar en su lugar, habríamos hecho lo mismo. Pero cuando el horno esta ante nuestros ojos, al punto de sentir a flor de piel su calor, ahí es donde se sabe quien verdaderamente ama y obedece a Dios. Lo mismo le aconteció al Apóstol Pedro días antes de que arrestaran a Jesús. Él hacia alarde de lo mucho que amaba a su maestro hasta el punto de morir por él, si fuese necesario y aun; a pesar de las advertencias de Jesús de que serian esparcidos como ovejas, Pedro se rehusaba a aceptar esta verdad; hasta que ¡ándale! Canto el gallo; y tres veces.
Jesús nos manda en las escrituras a ser astutos como serpientes. Algo que me llama la atención de la serpiente es que este reptil tan peligroso no ve; sino que se guía por la temperatura corporal que logra percibir de sus víctimas a través de la lengua que es como un receptor de temperatura. De igual forma el creyente debe percibir la temperatura que se está generando a su alrededor; para así cumplir la escritura que se encuentra en el libro de Proverbios “El sabio ve el mal de lejos, y se aparta”. Si como creyentes aplicáramos este principio escritural no nos deslizáramos tan fácil en tantas dificultades. No estaríamos comprometiendo nuestra reputación como hijos de Dios. Jesús dijo en cierta ocasión: “Bienaventurado sois, cuando por mi causa sois vituperados” Ahora bien; él no prometió librarte de dichos vituperios, así como estos jóvenes no fueron librados de ser  echados dentro del horno. Cristo lo que desea del creyente es que aprenda a vivir, y a caminar dentro del horno ardiente que sea. Sadrac, Mesac y Abed-nebo dice la Biblia; que sorprendieron al Rey Nabucodonosor, porque a pesar de estar tan caliente el horno ellos caminaban dentro de él, en compañía de otro ser más, que tenia apariencia de hijo de dioses. Cada vez que atravesamos momentos difíciles nos atribulamos, nos quejamos, menguamos en la fe, otros en el peor de los casos se apartan del Señor; cuando todavía no hemos llegado al nivel de lealtad para ser expuestos a un horno de fuego ardiente, porque de algo si estoy segura; y es que, solo los de corazón leal y firme serán expuestos a estos niveles de prueba. Mientras más firme sea nuestra lealtad al Señor, más alto será el nivel del horno porque Satanás, usara toda su artillería pesada para demostrarle a Dios que un creyente jamás le puede ser leal. A Pedro lo pidió para zarandearlo. Jesús le dijo: “Pedro, Satanás te ha pedido para zarandearte; pero yo he rogado al Padre que tu fe no falte”. Jesús no oro al Padre para que  lo evitara, sino para que fortaleciera la fe de Pedro en el momento de la dificultad. En la Biblia quedo registrado que solo tres hombres fueron zarandeados e incitados al mal por Satanás, es decir; (solicitados para ser tentados directamente por él) para que pecaran contra Dios.  Estos fueron Job, el Rey David (quien fue incitado a censar al pueblo en contra de la orden de Dios), y el Apóstol Pedro.  Esto nos debe servir como un marco referencial, que pueda producir en nosotros la alegría de ser tenidos por dignos de padecer por causa del evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
Hoy más que nunca somos cartas leídas al mundo, como lo dijo el Apóstol Pablo en una de sus epístolas, y puedo asegurar que más de un israelita, luego de ver a estos tres jóvenes salir del horno de fuego sin sufrir daño alguno, se armo de valor para enfrentar las adversidades que pudieron presentarse más adelante. La actitud de estos tres jóvenes no solo trajo convicción al resto de los judíos que habían declinado en su fe; sino que permitió que Jehová Dios, el Dios de los hebreos fuera reconocido en ese imperio como el único Dios verdadero y de paso se invirtieran los papeles, pues se estableció un nuevo edicto real “Aquel que en todo el reino no se postre y reconozca al Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nebo como Dios, sea echado al horno ardiente”.

Es nuestra actitud la que determinara la Victoria en nuestras vidas. Nuestra firmeza traerá convicción a otros.