viernes, 30 de diciembre de 2016

3 veces te negué, y ¡cantó el gallo!

Estoy asombrada de ver en las redes sociales a jóvenes que le sirvieron al Señor y, apenas dejaron la congregación, se alejaron de él, dándolo por sentado a través de imágenes que denotan un cambio de vida y de actitud. Por  otro lado están los que han dejado el País, que mientras estuvieron aquí le prometieron al Señor fidelidad en cualquier lugar del mundo, y ahora sus obras testifican en contra de ellos mismos y los señala como desleales en tierras extranjeras. No logro entender cómo puede haber tanta separación en el corazón de alguien que degustó y disfrutó de la compañía de mi Señor. Es como si un esposo decidiera dejar a su esposa de años sola, por un instante, mientras duran sus vacaciones en algún País cercano o viceversa. ¿Qué pasó? ¿Acaso se acabó el amor? -es mi pregunta de siempre en estos casos- porque no concibo que alguien pueda alejarse de Dios bajo ninguna circunstancia, creo que si yo me fuera al lugar más recóndito de la tierra, allá se iría el amor de Dios conmigo. Y no solo el amor que Dios siente por mí, sino el amor que yo siento por él, porque es parte de mí. En la Biblia se menciona a un hombre que experimento la cercanía con Jesús, tanto; que fue de su círculo íntimo de discípulos al igual que  Juan y Jacobo, y me refiero a Pedro. Éste discípulo a quien se le había revelado quien era Jesús, era el único del cual los cuatro evangelios dan testimonio, del énfasis que él hacia acerca de lo mucho que amaba al maestro, al punto de dar su vida por él de ser necesario. Tanta era la devoción que Pedro  profesaba por Jesús, que fue el único discípulo a quien Satanás pidió para zarandearlo directamente. Pedro estuvo en el monte de la transfiguración, y vio a Moisés y a Elías hablando con el Señor ¡que privilegio! Éste discípulo fue el hombre a quien Jesús le cambio el  nombre, pues su nombre original era Simón. Jehová le cambio el nombre a Abraham, a Sara, y a Jacob, pero en el nuevo Testamento solo a un hombre Jesús le cambia el nombre; a Simón, y  lo llama Pedro. Las actividades que Pedro realizo mientras anduvo con Jesús fueran muchas y resaltantes. Él estuvo cuando Jesús resucito a la hija de Jairo –un principal de la sinagoga-, cuando detuvo el flujo de sangre -al instante- que padeció una mujer por doce años. Inclusive era tan cercano al  maestro que llegó a tener la osadía –que da una amistad muy intima- de reconvenirle o alejar a Jesús de los demás discípulos para “aconsejarle” a no morir en una cruz, ni padecer una muerte tan atroz. En pocas palabras Pedro lo que le estaba diciendo al Señor era “Tú tienes el poder como hijo de Dios para evitarte un dolor de esa magnitud”. Pedro fue el único hombre que relata la Biblia que camino sobre el agua, además de Jesús ¡claro esta! Moisés abrió el mar rojo y camino en seco, Josué abrió el Jordán y camino en seco; pero Pedro se atrevió a mojar sus pies y caminar sobre el agua. Cuando consideramos todas estas cosas, por nuestra mente jamás pasa un pensamiento de rechazo hacia Jesús, pero su amigo intimo; su discípulo –uno de los más activos-, el osado, el que se jactaba –en su corazón- de amarlo más que los once restantes; de ahí que Jesús al final del episodio triste de la negación, cuando resucita y se le presenta le hace la pregunta que marco para siempre la vida de Pedro; ¿me amas, más que estos? Ese discípulo que tuvo la idea de darle un consejo al maestro ahora le negó tres veces y ¡ándale! Canto el gallo.
Y es que parece que cuando estamos con Jesús todo es color de rosas, idílico, no hay miedo y hasta nos sentimos con ánimos de cortar la oreja a cualquier adversario; pero basta solo unas horas sin sentir su presencia para que lo neguemos, y hasta tres veces; porque parece que solo una vez ¡no es suficiente! ¿El peligro? Acercarnos al fuego que produce el hombre naturalmente. Creo que Juan, el otro discípulo intimo de Jesús, en vez de hacerle un favor a Pedro, lo que le hizo fue un daño, porque fue gracias a las influencias que Juan tenia con algunos guardias del templo, que se le permitió a Pedro entrar al patio donde estaban aguardando los enemigos acérrimos de Jesús, esos que no creían todo lo que él predicaba, esos que viendo los milagros que hizo decidieron odiarlo y rechazarlo, y fue precisamente a esa gente a quien Pedro se les acerco para calentarse y ya entrado en calor comenzó a relacionarse con ellos, quedando en evidencia por su forma de hablar. Esto provocó un revuelo en el patio, cuando descubrieron que Pedro no era como ellos, que había algo diferente en él que lo relacionaba directamente con Jesús. ¿Y cómo no relacionarlo con el maestro?, si en esos tres años de cercanía, ya éste hombre había sido marcado como propiedad de Dios, cuando Jesús lo escogió para ser parte de los doce como ciudadano del Reino de los Cielos. Solo que parece que hasta entonces el único que no se había dado por enterado de esa marca distintiva fue el mismo Pedro. Ya había una advertencia acerca de esa negación, ADVERTENCIA que Pedro tomo en poco y al igual que este hombre, en la actualidad hay muchos que le restan  valor a las advertencias que la Biblia resalta hasta que canta el gallo.
Hoy por  hoy; hay muchos discípulos negando al maestro con sus actitudes delante de los gentiles –inconversos - ; creyentes que se toman el tiempo para calentarse –hacer amistad o relacionarse- con no creyentes hasta el punto de terminar pareciéndose a ellos, hasta en la forma de hablar. Creyentes que creen que Dios solo está en su  País de origen y cuando crucen las fronteras no serán vistos, ni oídos por Él. Creyentes que creen que con sus costosas donaciones a sus Congregaciones, podrán callar la voz de sus conciencias que le están recordando a diario lo lejos que están de Dios por causa de sus malas acciones. Me sorprende ver como músicos de Dios se fueron del País con su bendición y, luego de ser bendecidos;  regresan y lo primero que traen son botellas de licor para emborrachar con ellas a aquellos que no solo dudan de la existencia y el Poder restaurador de Dios, sino que dan por sentado con -muchos argumentos humanos- que la Biblia no es veraz. Mi pregunta es: ¿Donde quedo la lealtad a un Dios fiel? ¿Dónde quedo el amor que profesaban tenerle? Porque el amor se demuestra con hechos. Jesús dijo: “Si me amáis, guardad mis mandamientos” Una vez Dios le dijo a la Nación de Israel: “Cuando entres a la tierra que Jehová juro a tus padres que les daría, y plantes viñas y bebas del fruto de la vid, y siembres y comas de los frutos de la tierra, y edifiques casa, ¡cuídate! De decir en tu corazón; mi fuerza me ha dado todo esto, para apartarte de en pos de mi; porque YO SOY quien te da el poder de adquirir las riquezas a fin de confirmar mi pacto” Si Dios nos bendice en cualquier lugar donde estemos es para confirmar el pacto que nosotros concertamos con él, cuando decidimos aceptar a Jesús de manera voluntaria. Un pacto es de dos, así como lo es el matrimonio; por eso a la Iglesia se le llama la desposada –novia- del Cordero.
El Pacto de redención que aceptamos de Cristo nos mantiene apercibidos de nuestro estado espiritual, y a su vez nos mantiene ligados a un propósito en la tierra. Pedro tuvo que haberse apercibido en su primera negación que estaba caminando por una zona minada, y que corría el riesgo de explotar. Y así fue. BOOOOM ¡EXPLOTÓ! 

 Dice la Biblia que a la tercera vez negó al Señor Jesús con maldición. ¿En qué consistía dicha negación? ¡No lo conozco! Todos los momentos de alegría que vivió con Jesús, sus aprendizajes, los momentos en que Jesús discutió con él para que se dejara lavar los pies, porque de lo contrario no tendría parte con Él en el Reino, la emoción de ver a su Señor transfigurado frente a él, que lo llevo a tener unas ideas locas de construir tres enramadas, sus pasos en el agua, y a Jesús mirándolo tiernamente mientras lo sacaba cuando se hundió; todos esos maravillosos momentos los tiro a la borda con una simple exclamación ¡No lo conozco!  Yo no sé cuantas veces tú has negado al maestro con tus actitudes y acciones, pero no esperes a que cante el gallo; porque ese canto no es más que la alarma que se activa para recordarte que tocaste fondo y traspasaste los límites de la cordura. El canto del gallo te recuerda que estas en el lugar equivocado y rodeado de la gente menos indicada; y aunque hay muchas versiones acerca de la descripción de ese gallo, lo indudable fue que se cumplió la advertencia de Jesús; Pedro lo negó tres veces y ¡ándale! El gallo canto. En estos tiempos el gallo puede ser una circunstancia producida por tus malas decisiones; como también puede ser una desgracia familiar, o una enfermedad terminal. El gallo puede ser la bancarrota en tu empresa o negocio, y es que a veces somos tan duros con Dios que cuando él nos bendice le damos la espalda, y luego que todo comienza a ir mal, nos volvemos a él con el corazón impregnado de enojo, exigiéndole respuestas sin  siquiera detenernos a reflexionar que quizás somos nosotros los causantes de dichos males; por estar negando al Señor con nuestras actitudes y acciones. Por mucho que nos congreguemos y tengamos –al igual que Pedro- muchas actividades en el Reino de Dios, si nuestro círculo de amigos son personas en cuyo corazón Dios no mora, y nuestros socios son emprendedores en cuyos corazones no mora el Señor, y la persona que he escogido para casarme no tiene a Dios en su corazón, entonces ¡alerta! Te estás calentando en el lugar menos indicado. Y  cuando me refiero a que no tienen a Dios es su corazón, es que; aunque dicen de labios que creen en Dios, sus acciones, y su manera de pensar y de hablar denota lo contrario.
Seamos testigos del Poder de Dios, y no neguemos más a Jesús; porque cuando un creyente se relaciona con no creyentes hasta el punto de participar en todas sus actividades desordenadas -aunque parezcan buenas y sanas- esta diciéndole a ese no convertido que Cristo no cambia.

 No hay nada más peligroso y que produzca tantos llantos amargos que negar la obra redentora que Cristo ha hecho por nosotros y en nosotros.

No esperes que cante el gallo para darte por enterado que negaste al maestro; porque una vez, es más que suficiente.

martes, 27 de diciembre de 2016

Dios siempre esta ocupado

Mientras lavaba los platos del desayuno, pensaba en todo lo que en este día debía hacer para que mi hogar continuara ordenado; y me dije a mi misma: ¡que tremendo!  Yo debería  estar en estos momentos en mi habitación con mi esposo disfrutando de una buena película, mas sin embargo, aquí estoy; lavando los platos, pensando que debo hacer la comida de Docker  -nuestro cachorro-  aprovechar que llego agua para regar las plantas del jardín, y; en ese momento recordé la palabra que le dijo Jesús a sus discípulos “Mi Padre hasta ahora trabaja y Yo también trabajo” Juan 5:17 NBLH.
El único descanso del que se hace mención de Dios en la Biblia fue al séptimo día después  de haber ordenado la tierra y creado al hombre según el libro de Génesis 2:2. Pero no imagino a Abba recostado descansando, dejando de lado el resto de sus ocupaciones en la creación, porque aveces somos tan ególatras que nos creemos únicos en un universo tan infinito. Creo particularmente que en ese séptimo día Dios descanso de su labor en la Tierra, pero continuó cumpliendo su responsabilidad como Señor del resto de sus criaturas  angélicas, como también del resto de las otras galaxias y sistemas solares que existen en el universo. Por un momento me visualicé dejando los platos en el fregadero, la comida de Docker en la nevera, y las plantas sin regar para irme a cumplir con mi rol de ser humano y más aun, de ama de casa merecedora de un descanso, metida en mi cama súper cómoda, acobijada en el pecho de mi esposo, viendo una película relajadamente hasta que el sueño viniera como hombre armado y me venciera. Pero ¡de repente! Tuve otra visión en mi mente. Imagine a Docker pegado a la protección de mi puerta (donde suele esperar cada mañana) con sus ojitos marrones apagaditos por causa del hambre, y de su deseo de saborear su respectivo desayuno; ese que le sirvo cada mañana desde hace 8 meses aproximadamente a la misma hora, y a mis hermosas plantas entristecidas por causa de la aridez del suelo que recuerda lo escaso de la lluvia y de los seis días de racionamiento del preciado liquido como lo es el agua. Ellas tendrían que esperar otros seis días más y conformarse con solo unas pocas gotas del recipiente que lleno con el agua de los aires acondicionado. ¡Créanme! Tengo hermosas plantas en mi jardín que merecen más que unas pocas gotas de agua diariamente. Es por ello que mientras quizás en muchos hogares a las nueve de la mañana las personas estaban disfrutando de un merecido descanso, yo estaba cumpliendo con mi obligación, con mi responsabilidad como ama de casa; y  es que es esa responsabilidad la que nos insta hasta casi obligarnos a cuidar de aquellos que dependen de nosotros. Fácil seria para mi, si mi cachorro tuviera la capacidad de prepararse su propio desayuno, y mis plantas pudieran ir hasta el tanque del agua a beber y bañarse ¡que imaginación la mía! –me río de solo pensar que eso pudiera acontecer- . Del mismo modo no imagino a este mundo sin la presencia de Dios porque éste se fue de vacaciones y vienen a mi memoria fragmentos de la película Todopoderoso 1 y de sus protagonistas Jim Carrey como el hombre que creía que siendo Dios haría mejor el trabajo que el suponía Dios, no hacia; y a Morgan Freeman interpretando al Dios  que decidió irse de vacaciones y dejar la tierra en manos del hombre (Jim) que lo primero que hizo en su rol como Dios fue; cambiar su vestuario, su vehículo, y vengarse de todos los que en el pasado le habían avergonzado y en conclusión, la tierra cayó en un completo caos. Ahora bien; no  imagino lo que hubiera pasado si también éste hombre toma el control de todo el universo. Son muchos los seres humanos que no se dan por enterado de todo el bien que les rodea por el simple hecho  de que  Dios esté hasta ahora trabajando. Ayer veía la película “Dioses de Egipto” que personificaba a las deidades egipcias como hombres que cuidaban del imperio a favor de esos mortales, cada uno en su rol; claro, como era una película de ficción, me llamo la atención que la máxima deidad llamada Ra, era el único que estaba fuera del planeta tierra y su trabajo era vigilar sobre esos mortales, y cada vez que se acercaba la presencia de una nube negra que venía a producir caos en la tierra; esta deidad asumía su rol de padre de todos  y máxima autoridad y con sus bolas de fuego atacaba a esta nube hasta hacerla huir. Y aunque estoy clara que es una película de ficción producida por sutiles filosofías paganas, el Espíritu Santo me ministraba acerca del rol que el Padre tiene en su Reino, y me alegraba al recordar que así esta Abba hasta ahora, guardando a la humanidad y a su creación de muchos males, que de no reprenderlos él; ya habrían destruido éste planeta. La Biblia dice en el Salmo 121:4 “Porque no se adormece, ni duerme el que guarda a Israel” Hay tanto a nivel físico y espiritual que dependen de la soberanía y del esfuerzo laboral de Dios. ¡Qué bueno que Dios no es como nosotros! No me imagino a Dios hablando con Jesús y con el Espíritu Santo acerca de lo duro que es trabajar para que el ser humano este cómodo y protegido –aunque éste no lo discierna, ni lo valore- y tomando la decisión de brindarse unas merecidas vacaciones. Si eso llegara a acontecer, mi oración sería: “Llévame Señor, porque es mejor estar en tu Reino custodiado por ángeles leales, que en una tierra cubierta de tanta deslealtad”. Y como dice un viejo dicho muy popular “cuando el gato no está, los ratones hacen fiesta” si Dios se fuera de vacaciones, no bastarían todas las fabricas para elaborar trampas para ratones, ni tantos exterminadores. Y cuando hablo de roedores, no me refiero al ser humano que no es más que, víctima o en muchos casos marionetas de seres malévolos, que operan desde afuera; sino, precisamente a esas fuerzas oscuras que emplean su capacidad de inducción y manipulación para destruir la hermosura de la creación de Dios, y entre ellos su mayor objetivo es el hombre.

Si Dios se fuera de vacaciones veríamos su ausencia reflejada en los grandes árboles con el color de sus hojas tenues por la tristeza; veríamos a las aves volar sin sentido y cuyos cantos serian como profundos lamentos.  No habría nubes oscuras en el cielo, porque el sol decaído dejó de brillar y de evaporar con sus rayos el agua de ríos, mares y lagos. La brisa ya no vendría a juguetear con los seres humanos, ni a golpear de manera tan delicada nuestros rostros refrescándolos. Si Dios se fuera de vacaciones no habría noches estrelladas, porque los luceritos decidieron no reír en la oscuridad,  y la luna solidaria no se pondría su fulgor como traje de gala. Si Dios se fuera de vacaciones el campo seria estéril porque el que da la semilla no está. El búfalo perdería su fuerza y el hombre lamentaría y gemiría en la tierra por falta del pan que es su alimento. El hielo se derretiría   dejaría de sorprender con los prismas que produce en las noches heladas. Si Dios se fuera de vacaciones no habría nacimientos, ni se escucharían los llantos del nuevo ser. No habría canción de amores en los talamos nupciales, y las canas plateadas perderían su brillo en la cabeza de los que se preparan a partir a un largo y maravilloso viaje.

Si Dios se fuera de vacaciones, éste articulo no existiría ni yo sería su eterna enamorada. Sin embargo; aun miro a mi alrededor la belleza de mis plantas en el jardín disfrutando del agua, y de la tierra mojada; veo a Docker durmiendo a mis pies, satisfecho, luego de haber disfrutado de un rico desayuno, observo mi casa limpia y ordenada, escucho el hermosos canto de las aves que se pasean por los aires de mi casa de campo, y me complace saber que muchos hombres y mujeres están en sus hogares realizando alguna labor en particular. ¡Qué bueno!

 El saber que hay actividad en la Tierra me recuerda que Dios siempre está ocupado.

lunes, 5 de diciembre de 2016

Los Árboles mueren de Pié.




 En cierta ocasión leí un libro que tenia este nombre “Los arboles mueren de pie”. Se trataba de  un grupo de artistas cuyas vidas eran un desastre gracias a las oposiciones de la sociedad en la cual vivían, pero aun así decidieron unir sus talentos para fortalecer los vínculos de una familia que estaba pasando por momentos difíciles, y por medio de sus actuaciones lograron mantenerla unida. Lo mismo le aconteció a 3 jóvenes judíos en un imperio llamado Babilonia hace miles de años. Las circunstancias que los llevaron a ese lugar no fueron las más favorables, pues los israelitas como Nación fueron sitiados e invadidos por los babilonios, y de ese modo fueron exiliados de su propia tierra a otra lejana, desconocida y pagana. En estos exilios los que más sufrían eran los de linaje real, pues casi siempre se mataba al rey y a sus descendientes, o en el peor de los casos se les trataba de manera muy cruel como extranjeros; mas sin embargo, en esta ocasión no fue así gracias a la misericordia de Dios, Nabucodonosor Rey de Babilonia trato de manera noble al linaje real y lo trajo al servicio del palacio perdonándoles la vida. Para Israel esta deportación representaba un juicio disciplinario de parte de Dios, ya que por medio del profeta Jeremías Dios le dijo al Rey y a la Nación que se mantuvieran tranquilos a la orden de los Babilonios en su propia tierra, y estarían seguros en su heredad. Pero el Rey hizo caso omiso de las instrucciones de Dios por medio de su profeta y busco alianzas en otro imperio llamado Egipto, el cual a la final decidió no brindar apoyo al Rey israelita y esto produjo que Nabucodonosor se enterara de la traición y decidiera llevarlos a todos a Babilonia. Lo triste es que al Rey le sacaron los dos ojos después de ver como mataban a sus hijos a espada. Es increíble ver todos los penosos acontecimientos que desencadenan una mínima desobediencia producida por la soberbia de un hombre o una mujer conocedora de las leyes y los principios de Dios. Una vez el Señor me dijo: “La magnitud del error lo determinan las consecuencias”. Estos jóvenes judíos de linaje real resaltaban, ya que para los babilonios reunían unas ciertas cualidades para permanecer en el palacio, las cuales consistía que en el aspecto físico debían de ser libres de todo defecto o discapacidad, además de hermosos; es decir; agradables ante la mirada pública. En el aspecto mental debían ser de un espíritu superior; es decir; proyectar una actitud ecuánime, centrada, equilibrada, con una excelente autoestima y sabiduría. Y por ultimo en el aspecto social debían de ser sobrios y refinados (buenos modales) para representación del liderazgo. Además eran educados según la cultura babilónica y un factor clave en el lavado cerebral que formaba parte de su adiestramiento era la asignación de un nombre nuevo, muy distinto al de su nacimiento; esto con el propósito de ligar a los iniciados con los dioses locales y era una expresión de rechazo a sus lealtades religiosas del pasado. Estos tres  jóvenes de nombre ANANIAS (La gracia del Señor), MISAEL (¿Quién es como el Señor) Y AZARIAS (Dios es mi ayuda) terminaron siendo conocidos en el imperio como SADRAC (Mandato de aku) MESAC (¿Quién es lo que aku es?) y ABED-NEBO (Siervo de nebo). Todos estos nombres representativos de  los dioses babilonios. La pregunta que me hago es: ¿Qué culpa tenían estos jóvenes para tener que padecer las tormentosas presiones de un imperio tan pagano? ¡Ninguna! Simplemente es el precio que se paga cuando estas bajo la cobertura de un líder incapaz de mantenerse en los principios espirituales que Dios ha establecido.  Tan fácil que era obedecer la voz del profeta que decía “ponte sumiso ante el rey de Babilonia; porque esto viene de parte de Dios”. Mas sin embargo, la arrogancia y la altivez no les dejaba entender el plan de Dios para la Nación que este rey lideraba, y las consecuencias del exilio Babilonio fue devastadora. ¿Por qué? Fueron muchos los hebreos que traspasaron el límite de la obediencia, (linderos antiguos) violando las leyes de Dios establecidas como mandamientos a través de Moisés; y sucumbieron ante los desenfrenos del paganismo. ¿Cómo lo sabemos? ¡Fácil! ¿Porque solo tres jóvenes hebreos fueron acusados de no postrarse ante la imagen del Rey Nabucodonosor? ¿Por qué solo tres jóvenes fueron lanzados al horno ardiendo? ¿Por qué solo tres jóvenes tuvieron la osadía de enfrentar al mismo rey cara a cara diciéndole “Nosotros sabemos que nuestro Dios puede librarnos, y aun de tus manos oh rey  nos librara; y si no, tampoco nos postraremos ante tu imagen ni la adoraremos”? ¿Dónde estaban los demás hebreos en el momento que sonaban los instrumentos musicales de Babilonia? La respuesta es muy sencilla. Estos tres jóvenes pasaron por todo este duro proceso porque amaban al Dios de sus Padres, hasta el punto de estar dispuestos a morir antes que serle infiel. Mientras muchos hebreos se escondían detrás de la fachada llamada deber; estos tres jóvenes decidieron saltar esta fachada y establecerse en el principio de Dios. Y esto no enseña que; por encima de los deberes, siempre deben estar los principios del Reino al cual pertenecemos; aunque eso implique perder el empleo; los amigos; beneficios monetarios; proyectos futuristas, y estatus sociales. Estos jóvenes tenían ya un alto cargo gerencial cuando fueron expuestos al horno ardiente. Gracias a la interpretación que Daniel hizo de la visión de Nabucodonosor, éste fue llevado a un alto cargo gerencial y pidió que sus tres compañeros también fueran colocados en cargos emblemáticos. Y como es de suponerse,  el hacer bien tu trabajo va a desencadenar envidia en aquellos incapaces e ineficientes; por esta causa fueron llevados a este terrible complot, hasta el punto de hacerlos padecer por ser tan eficientes en sus labores y en sus principios.



Son muchos los creyentes a quienes  les he escuchado decir que están como estos tres jóvenes, solo por padecer pequeños contratiempos; que además son causados por su propia irresponsabilidad o desorden de vida. Hay un dicho popular muy viejo que dice: “no es lo mismo llamar al diablo, que verlo venir” Es muy cómodo leer la Biblia e identificarse con estos jóvenes, pensando en que; de estar en su lugar, habríamos hecho lo mismo. Pero cuando el horno esta ante nuestros ojos, al punto de sentir a flor de piel su calor, ahí es donde se sabe quien verdaderamente ama y obedece a Dios. Lo mismo le aconteció al Apóstol Pedro días antes de que arrestaran a Jesús. Él hacia alarde de lo mucho que amaba a su maestro hasta el punto de morir por él, si fuese necesario y aun; a pesar de las advertencias de Jesús de que serian esparcidos como ovejas, Pedro se rehusaba a aceptar esta verdad; hasta que ¡ándale! Canto el gallo; y tres veces.
Jesús nos manda en las escrituras a ser astutos como serpientes. Algo que me llama la atención de la serpiente es que este reptil tan peligroso no ve; sino que se guía por la temperatura corporal que logra percibir de sus víctimas a través de la lengua que es como un receptor de temperatura. De igual forma el creyente debe percibir la temperatura que se está generando a su alrededor; para así cumplir la escritura que se encuentra en el libro de Proverbios “El sabio ve el mal de lejos, y se aparta”. Si como creyentes aplicáramos este principio escritural no nos deslizáramos tan fácil en tantas dificultades. No estaríamos comprometiendo nuestra reputación como hijos de Dios. Jesús dijo en cierta ocasión: “Bienaventurado sois, cuando por mi causa sois vituperados” Ahora bien; él no prometió librarte de dichos vituperios, así como estos jóvenes no fueron librados de ser  echados dentro del horno. Cristo lo que desea del creyente es que aprenda a vivir, y a caminar dentro del horno ardiente que sea. Sadrac, Mesac y Abed-nebo dice la Biblia; que sorprendieron al Rey Nabucodonosor, porque a pesar de estar tan caliente el horno ellos caminaban dentro de él, en compañía de otro ser más, que tenia apariencia de hijo de dioses. Cada vez que atravesamos momentos difíciles nos atribulamos, nos quejamos, menguamos en la fe, otros en el peor de los casos se apartan del Señor; cuando todavía no hemos llegado al nivel de lealtad para ser expuestos a un horno de fuego ardiente, porque de algo si estoy segura; y es que, solo los de corazón leal y firme serán expuestos a estos niveles de prueba. Mientras más firme sea nuestra lealtad al Señor, más alto será el nivel del horno porque Satanás, usara toda su artillería pesada para demostrarle a Dios que un creyente jamás le puede ser leal. A Pedro lo pidió para zarandearlo. Jesús le dijo: “Pedro, Satanás te ha pedido para zarandearte; pero yo he rogado al Padre que tu fe no falte”. Jesús no oro al Padre para que  lo evitara, sino para que fortaleciera la fe de Pedro en el momento de la dificultad. En la Biblia quedo registrado que solo tres hombres fueron zarandeados e incitados al mal por Satanás, es decir; (solicitados para ser tentados directamente por él) para que pecaran contra Dios.  Estos fueron Job, el Rey David (quien fue incitado a censar al pueblo en contra de la orden de Dios), y el Apóstol Pedro.  Esto nos debe servir como un marco referencial, que pueda producir en nosotros la alegría de ser tenidos por dignos de padecer por causa del evangelio de nuestro Señor Jesucristo.
Hoy más que nunca somos cartas leídas al mundo, como lo dijo el Apóstol Pablo en una de sus epístolas, y puedo asegurar que más de un israelita, luego de ver a estos tres jóvenes salir del horno de fuego sin sufrir daño alguno, se armo de valor para enfrentar las adversidades que pudieron presentarse más adelante. La actitud de estos tres jóvenes no solo trajo convicción al resto de los judíos que habían declinado en su fe; sino que permitió que Jehová Dios, el Dios de los hebreos fuera reconocido en ese imperio como el único Dios verdadero y de paso se invirtieran los papeles, pues se estableció un nuevo edicto real “Aquel que en todo el reino no se postre y reconozca al Dios de Sadrac, Mesac y Abed-nebo como Dios, sea echado al horno ardiente”.

Es nuestra actitud la que determinara la Victoria en nuestras vidas. Nuestra firmeza traerá convicción a otros.

Juntos


En cierta ocasión dijo Jesús: “Dos no pueden estar juntos, si no están de acuerdo”. Aun así estableció el trabajo en equipo a través del  poder del acuerdo diciendo: Si dos o más se pusieren de acuerdo en cualquier cosa que pidieren al Padre; Yo lo haré”. Jesús  nos quiso enseñar como humanos a romper con el individualismo; porque esto es lo que refrena muchos milagros en nuestra vida. Particularmente yo  era una persona muy individualista, gracias a las enseñanzas de mi madre acerca de no esperar a nadie para hacer las cosas; y por la gran porción de autosuficiencia que me heredó. Cuando llego a los pies de Jesús, por mucho tiempo seguí padeciendo de este mal, el individualismo brotaba en todas mis áreas, y como las personas en quien me apoyaba terminaban defraudándome, eso afianzo mas mi teoría, de que si no lo hacía yo, no saldría bien. Pero lo más irónico era que siendo yo gemela, que además compartió placenta, que tuve compañía en el vientre, que compartí un lado de mi coche, asumiera por muchos años esta actitud. En el libro de Eclesiastés el Rey Salomón escribió lo siguiente: Mejores son dos que uno, porque  tienen mejor paga por su trabajo; porque si uno cayere el otro le levantara, pero ¡ay! del solo,  cuando cayere, ¿Quién le levantara? No hay nada mejor que el trabajo en equipo. Las grandes trasnacionales exigen como requisito “Capacidad para trabajar en equipo”. Todo hombre y mujer de éxito ha quedado convencido (a) que sin un buen equipo de trabajo no se habría logrado dicho éxito. Hay un dicho muy común que dice: “Detrás de un gran hombre, hay una gran mujer”, y aunque muchos son las matrices de opinión que se han generado por esta frase tan conocida, etiquetándola de machista y denigrante; considero que esta frase tiene un sentido positivo en su contexto original. La persona que lo escribió lo hizo convencido de que todo el éxito alcanzado por un hombre, esta orquestado por el apoyo de una gran mujer; que pasaba desapercibida en una sociedad tan saturada de hombres sobresalientes; pero que nunca dudo en ser incondicional, a pesar de no ser reconocida. Lo realmente resaltante en esta frase es que denota un magnífico trabajo en equipo. ¿Quién lo dijo? ¡No tengo idea! Lo que si se, es que desde hace muchos años me he familiarizado con esta frase, que además ha sido víctima de un error de interpretación, siendo muy cuestionada y tergiversada.
El trabajo en equipo es maravilloso y muy digno, porque nos enseña a respetar y a valorar las capacidades, habilidades y creatividades de nuestros compañeros, sea en el hogar, en la sociedad laboral o en la iglesia a la cual pertenecemos. En el ámbito que sea, el trabajo en equipo es fundamental. La Biblia resalta un trabajo en equipo maravilloso, y es en el libro de 1 Samuel 14:4-15 cuando un príncipe de la tribu de Benjamín llamado Jonatán, hijo de  Saúl Rey de Israel, junto a su paje de armas; (quien se encargaba de llevar las armas de Jonatán, de limpiarlas y cuidarlas) se fueron a atacar el campamento de los filisteos, convencidos de que Jehová Dios estaba con ellos. Amo las palabras que le dijo el paje de armas a Jonatán en el versículo 7 “Haz todo lo que tienes en tu corazón; ve, pues aquí estoy contigo a tu voluntad” Esta era una campaña suicida. Saúl con todo su ejército temblaba ante la idea de enfrentar a esta guarnición de incircuncisos rebeldes y crueles (considerando, desde luego, que Saúl salió con dos mil soldados, y ya solo le quedaban seiscientos, y de paso acobardados, porque el resto había desertado). Solo dos hombres en mutuo acuerdo estaban locos por arrancar cabezas filisteas; Jonatán y su paje de armas. Miren como culmina esta hazaña heroica de dos hombres, de rangos diferentes; pero en común acuerdo.
13.- Y subió Jonatán trepando con sus manos y sus pies, y tras él su paje de armas; y a los que caían delante de Jonatán, su paje de armas que iba tras él los mataba.
Aquí hay una gran verdad espiritual. No todas las veces iras al lado de tu compañero para lograr una victoria, sino que muchas veces tendrás que ir detrás para lograrla.  Lo importante aquí, es entender;  que  es  el acuerdo  quien trae la victoria; no la posición que ocupas en el equipo. Continuemos leyendo los dos versículos restantes.
14.- Y fue esta primera matanza que hicieron Jonatán y su paje de armas, como veinte hombres, en el espacio de una media yugada de tierra.
15.- Y hubo pánico en el campamento y por el campo, y entre toda la gente de la guarnición; y los que habían ido a merodear, también ellos tuvieron pánico, y la tierra tembló; hubo, pues, gran consternación.
Dos hombres en mutuo acuerdo lograron hacer, lo que seiscientos no se atrevían. Pelear para ser libres de la opresión.
Hubo dos mujeres que también trabajaron en equipo. Se trata de Rut la Moabita y Noemí la Israelita. Dos mujeres de orígenes diferentes, de naciones diferentes, pero que fueron unidas gracias al parentesco de consanguinidad, que produce el matrimonio; y aunque ya Rut había enviudado del hijo de Noemí, aun así, decidió dejar su tierral, su familia, su cultura y su origen para seguir cuidando de una mujer que lo había perdido todo según lo resalta  la Biblia en el Libro de Rut capitulo 1 versículos  5- 18. Leamos lo que Rut le dijo a su suegra cuando ésta le pidió devolverse a su tierra y a su familia.
16.- Respondió Rut: No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a donde quiera que tu fueres,  iré yo, y donde quiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios.
17.- Donde tu murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos.
18.- Y viendo Noemí que estaba tan resuelta a ir con ella, no dijo más.
Y a partir de ese momento esas dos mujeres aplicaron el trabajo en equipo para salir adelante en Belén. La Biblia registra que Rut por ser la joven del equipo se dedico a trabajar en los campos de un hombre millonario llamado Booz, mientras que Noemí por ser la anciana se quedaba en los quehaceres del hogar. Pero aun cuando Noemí logro discernir por el Espíritu que Booz era el hombre que podía activar la ley de redención; otra vez tuvieron que aplicar el poder del acuerdo para que siguiendo ciertos rituales culturales hebreos, Rut pudiera ser vista por Booz como una mujer digna del desposorio .Y lo lograron, ya que al final del relato aparece en la escena Rut casada con el millonario hebreo Booz, y Noemí aparece como la nana (abuela) del bebe de esta hermosa pareja de esposos.


 El acuerdo trae unión. Juntos podemos alcanzar grandes cosas.  Juntos podemos lograr grandes hazañas. Para Dios es tan importante el trabajo en equipo que aun nuestro organismo está fundamentado sobre este principio de unidad. Cada uno de nuestros órganos depende del otro para llevar a cabo su función. Todos están amalgamados, y nuestros sistemas trabajan en función de un bien común. Por eso el Apóstol Pablo resalta el poder del acuerdo y del trabajo en equipo usando los miembros de nuestro cuerpo como marco referencial, para establecer el cuidado de los miembros en el cuerpo de Cristo que es cada creyente en particular, haciendo énfasis en que el trabajo que cada uno de nosotros realizamos es importante por muy mínimo que éste sea y para enseñarnos a valorar a todos por igual.
Cuando el trabajo en equipo se lleva a cabo perfectamente, lo que siempre resaltara será la unidad. En los encuentros deportivos disfrutamos de nuestros equipos favoritos por el ánimo que cada jugador le inyecta al grupo a la hora de salir a la cancha. Cuando ganan o pierden, no se culpa a un jugador en particular; sino que todos se sienten responsables del triunfo o la Victoria. Debemos de trabajar en función de sentir hasta los tuétanos la responsabilidad de los triunfos o las derrotas en nuestros propios equipos. Y creo que el primer equipo que debemos cuidar es la Familia; nuestro hogar. Esta mañana el Señor mientras oraba muy de madrugada me permitió ver uno de sus sueños para mi hogar. Y pude verme  a mí de la mano con mi esposo acercándonos juntos al trono del Señor. Por eso decidí escribir acerca de este tema y darle por nombre a este articulo “Together” que en español significa “Juntos”. A veces como matrimonio queremos separar a Dios o llevarlo a estar en la esquina de uno de nosotros como nuestro entrenador para cuando empiece el primer round. Y se nos olvida en nuestra soberbia que Dios nos ve como uno; no a uno solo. Fue maravilloso ver esa visión porque ya mi esposo y yo ya habíamos decidido hacer como el boxeador Panameño Roberto “mano e ´ piedra” Duran, que en medio de la pelea se bajo del cuadrilátero y decidió no pelear más. Así hicimos nosotros, y fue tan hermosa nuestra reconciliación que el Señor me muestra esa visión de unidad. Y mientras preparaba el desayuno Él me seguía diciendo “La familia es mi empresa; es mi sueño, es mi propósito, y al matrimonio lo establecí como gerencia. Aquí no funciona uno como gerente y otro como supervisor o viceversa; sino que ambos son gerentes y deben trabajar en equipo para que mi empresa siga siendo fructífera y bendita”. Y como en el caso de Jonatán y su paje de armas, no importa si hoy estoy adelante y mañana atrás; aquí lo importante es llevar a cabo el propósito de Dios, hacerlo bien y entender que trabajamos en equipo por un bien común. De igual forma debemos establecer este principio en nuestras áreas laborales  dando ejemplo como hijos de Dios, y como meta final, ocuparnos en mantener la unidad en el vínculo de la Paz dentro de nuestras congregaciones.

Los iguales se juntan; es por ello que nosotros estamos dentro del corazón de Dios como un solo cuerpo; una sola amada, pues Él nos creo en Cristo Jesús, para que seamos como Él es.


 Dios es uno; y espera que su amada Iglesia también lo sea. Dios trabaja en equipo y espera que nosotros hagamos lo mismo.