Muchas veces como mujeres se nos otorga la difícil
y maravillosa tarea de ser esposas, y nunca logramos entender la magnitud de
las implicaciones que conlleva el serlo.
En esta oportunidad tomaremos la vida de dos
mujeres que en la antigüedad lograron serlo, pero que al final entendieron la importancia
de su rol como mujer.
Es cierto que la sociedad Persa era patriarcal,
y que los hombres ocupaban las posiciones dominantes en el gobierno, el
comercio, el ejército y la familia; pero la posición de las mujeres no
resultaba poco significativo. Sin embargo con el pasar del tiempo todo el
respeto del cual venia gozando la mujer Persa se debilitaba, y el libro de
Ester lo muestra con gran énfasis y claridad.
Tres años tenía Asuero reinando y ya mostraba
su altivez y arrogancia. Persia y media era un reino donde predominaba la
avaricia, la perversión; tanto que en sus banquetes no faltaban las orgías y
solo se respetaba a la reina. Las mujeres aunque gozaban de algunos privilegios
eran tomadas solo como objetos de exhibición, es por ello que cuando el rey
Asuero manda a llamar a la reina Vasti ésta se rehusó a venir. ¿Porque? La
respuesta es muy sencilla: El rey mostraría a todos los presentes en el
banquete la belleza femenina que solo él poseía, con la única intención de
provocar envidias y celos entre sus generales y capitanes. No era la primera
vez que él hacia esto; es por ello que Vasti cansada de sus constantes
borracheras y estériles exhibiciones decidió no presentarse ante el rey.
Ahora
el hecho es que había tanto irrespeto que aún las mujeres hacían banquetes
y festines, es decir; eran dadas al Vino y a los desenfrenos que estas fiestas
provocaban. Es considerable entender que la reina Vasti era un modelo altamente
influyente para las mujeres del reino. Esto lo sabían muy bien los príncipes y sátrapas,
ya que se apresuraron aconsejar al rey
que la destituyera del reino para evitar que las demás mujeres, impulsadas por
el ejemplo de Vasti se rebelaran y no pudieran ser controladas por sus propios
maridos. Efectivamente esta idea fue aprobada por el rey en un momento de enojo
y embriaguez; solo que cuando pasaron los efectos del vino se acordó de lo que
Vasti había hecho, pero también recordó el edicto real que firmado y sellado, por ende; no podía ser abrogado. Con dolor la echó del reino y su tristeza fue
tan notoria que causó preocupación entre sus ministros, de manera que se
apresuraron a traer cuanta doncella se encontrara en las provincias de Media y
de Persia; para que alegrando el corazón del rey, le ayudaran olvidar a Vasti y
fuera escogida otra reina en su lugar.
Fue entonces cuando en medio de tanta depresión
y confusión dentro de las provincias, encontramos a una joven judía llamada
Hadasa, huérfana de padre y madre, quien estaba bajo la tutela de un piadoso judío
de nombre Mardoqueo. Es considerable entender la presión que estaban sufriendo
estas jóvenes doncellas, quienes además de estar en condiciones de esclavas, perdían
en ese momento todos los sueños característicos de toda mujer. Casarse con un
buen hombre, tener hijos, llegar a ser una excelente esposa. Salvo que había un
pequeño detalle; si el rey no la escogía como esposa, sería tomada como concubina, es
decir; amante. Ser concubina tenia sus privilegios: pertenecían a un harem, al cuidado de eunucos que se encargaban de velar por su alimentación y aseo personal, mas sin embargo, si llegaran a concebir hijos, estos servirían para mostrar la hombría del rey, pero la sucesión a la corona seria del hijo de la esposa; es decir, la reina. Ester estaba consciente del futuro que se le avecinaba, pero la diferencia entre ellas y las otras doncellas era que Dios la respaldaría a partir de ese momento.
Aunque en el relato de la historia de Ester,
no se menciona en ningún momento a Jehová Dios, se evidencian algunos aspectos
de su voluntad. Entre sus aspectos veremos los siguientes: a) Ester haya gracia
delante de los eunucos y demás sirvientes, sobre todo de uno de los eunucos de
mayor confianza del rey. (b) Mardoqueo, tío y tutor de Ester descubre una conspiración
en contra del rey, lo notifica, se hacen las averiguaciones, se comprueba el
asunto, se anota en las crónicas del reino y más adelante es honrado por ello. (c)
De entre todas las doncellas Ester es coronada reina en lugar de Vasti y le es
colocada la corona real. En un momento como éste, las mujeres solemos pensar
que ya llegamos a la meta, y nos alegramos por ello; pero no es así para Ester. Había otros planes
y solo Dios los dirigía. Aunque la reina Ester pensó que era el final,
resultaba ser el comienzo de grandes retos que debía llevar a cabo aun en
contra de su propia vida.
La meta del rey Asuero era encontrar una
reina hermosa y sumisa a quien exhibir y controlar. La meta de todas las
doncellas era ganar el título de reina. La meta de Ester como reina era
complacer al rey en todo y ser una esposa sumisa; pero la meta de Jehová Dios
era otra. Y mas adelante se revela el propósito: Cambiar el corazón del hombre pagano y cruel, por medio de una mujer temerosa de Él, para bendecir a un pueblo rebelde y contradictor, que se hallaba en cautiverio por causa de sus maldades, a fin de mostrar su amor y misericordias para confirmar el pacto que hizo a Abraham, Isaac y Jacob. Es por ello que Ester sufrió en silencio los sinsabores de una guerra silenciosa. Esa que toda esposa libra en el alma, esa que aveces te hace temer, flaquear y muchas otras tantas veces te quiere obligar a desistir. Ester experimento la soledad de la corona, la incertidumbre de no conocer lo suficientemente a su esposo, y ademas de ello la amenaza de exterminio de su raza, de la cual ella ni aun dentro del reino, podría escapar; pues el edicto del rey aun el el trono la alcanzaría Pero como dice proverbios 14:1 "la mujer sabia edifica su casa". Esta mujer escogió un mejor y único aliado; Dios. Tres días de ayuno y una vida de entrega y de oración bastaron para que Jehova le diera a esta joven judía la Victoria; no solo
en su matrimonio, al ser aceptada por el rey fuera del tiempo de su comparecencia
(pues solo la reina podía presentarse ante el rey, si éste la llamaba); sino
que también le fue entregado el enemigo y maquinador de su tío-tutor y por ende
de su Nación. Lo más relevante en esta historia ha sido el cambio tan
trascendental que sufrió el rey Asuero, quien paso de ser un hombre arrogante y
vil, a un esposo amante y justo. Y las fiestas que de ahí en adelante se
realizaron en Susa, capital del reino, fueron las de pur, que significa “suerte”
realizadas en honor a la victoria que Jehová Dios les había otorgado a los judíos.
La arrogancia e insensatez de la reina Vasti la llevo a perder a su
esposo y todo lo que poseía, incluyendo la corona real; Considerando la vergüenza
a la que fue sometida al ser echada del reino. Mientras que la sabiduría de
Ester la llevo a conquistar no solo el corazón del Rey, sino también el corazón
del reino.
El silencio es una virtud poco común en una mujer. Pero necesario para
ganar las batallas que como esposa y reina de tu hogar se te presentan.
Sólo la alianza con Dios nos dará la Victoria.
Recuerda: Engañosa es la gracia y vana la hermosura; MAS LA MUJER QUE
TEME A JEHOVA, ésta será alabada. Proverbios 31:30.