miércoles, 23 de diciembre de 2015

El Guiso Perfecto.



Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, Galilea y Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor, y se acrecentaban fortalecidas por el Espíritu Santo. Hechos 9:31.

No hay nada más satisfactorio que hacer una comida que reúna los requisitos indispensables para que obtenga el gusto, el olor y el color que ameritan  los mejores chef, ya que de ello dependerá el disfrute de los comensales que degustaran de tan exquisito plato.
Del mismo modo que nos preocupamos por alimentar de manera perfecta nuestro cuerpo disfrutando de alimentos sanamente preparados, es necesario ocuparnos de darle una alimentación balanceada a nuestro espíritu, pero; para ello  necesitamos de ciertos ingredientes que harán de nuestro alimento espiritual una delicia.
A  continuación conoceremos cuatro ingredientes para el crecimiento del creyente.

1) PAZ. Muchos  de los que hoy estamos  aquí es porque necesitábamos paz. Paz viene del término hebreo  Shalom. El Apóstol Pablo en todas sus cartas hacia referencias a la paz. La paz es la ausencia de guerras y disturbios y puede transmitir la Idea de salud, bienestar y calidad de estar completos. Salmo 23.
Las ovejas son animales pacíficos que para poder multiplicarse necesitan estar en estado de comodidad. Necesitamos desactivar los conflictos en nuestras vidas,  debemos mantener el extinguidor activado para que cuando venga el conflicto lo apaguemos. La gente viene del mundo cargadas de conflicto y cuando llega a nuestras congregaciones desean  beber del arroyo.
No podemos evitar que los conflictos vengan, pero si podemos evitar que entren a nuestros hogares. Debemos convertirnos en pacificadores.

2) DESARROLLO.  El desarrollo viene debido a la acción de un agente, y el agente de llama Ministerio. Había un ministerio Apostólico en  Pedro quien comenzó a predicar en muchos pueblos y por eso hubo un crecimiento en todos los lugares donde se predicaba. El deseo del Señor es tu desarrollo, tu edificación a fin de que te parezcas más a Jesús. Mediante la acción del ministerio comenzamos a cambiar, a hablar diferente. Hay muchos Paradigmas y religiónes que han bloqueado la acción del ministerio. Una iglesia que se desarrolla crece.

3)  EL TEMOR AL SEÑOR.  El temor puede ser saludable y permite que la persona Camine con cautela. Ahora bien el temor del señor es saludable y consiste en reverencia y por ello es sano. Cuando llegamos en la iglesia, en los sitios laborales o en nuestros hogares y entendemos que el Señor está ahí, hay reverencia. Por eso debemos cuidar que nuestras palabras y nuestros hechos no desagraden al Señor, eso es temor al Señor. El temor a Jehová te mantienen en santidad y sin santidad nadie le vera.
La falta del temor al Señor va a desatar ira. 2 crónicas 19:4-10. Las falta del temor a las autoridades puestas por Dios, como en el caso de Moisés, cuando el pueblo lo atacó y lo cuestionó,  Dios les dijo "cuando yo hable con mi siervo  Moisés lo haré cara a cara, ¿Porque no tuviste temor de hablar contra él?" Cuando hablamos de nuestros hermanos nos convertimos en homicidas. Cierto grupo fue a orar por una mujer, y para entrar a la casa debían abrir la puerta con dificultad, ya que tenía demasiadas cerraduras, cuando entraron y cerraron la puerta comenzando a orar  la mujer se endemonió, y una de la hermana responsable de la ministración salió huyendo despavorida abriendo todas las cerraduras que difícilmente se podían abrir. No debemos temer al diablo sino a Dios, porque el Ángel de  Jehová acampa alrededor de los que le temen y los defiende.


  4) EL ESPÍRITU SANTO.
En nuestras vidas debemos tener el abonar del Espíritu Santo.
El Espíritu Santo no se moverá en aquellos que están en condición de pecado. Algo que frena el mover del Espíritu Santo en la iglesia y en la vida del creyente es el pecado. Lo otro que bloquea el mover  del espíritu Santo es la constricción por apedreo religioso. Un hombre de Dios llamado Esteban, lleno del poder de Dios llego a el sanedrín donde se reunían los teólogos y eruditos de la ley, y este hombre comienza a darle una clase de catecúmenos, hablándole de los procesos que el  pueblo de Israel tuvo por estorbar el mover de Dios a causa de la envidia, porque fue por envidia que los hijos de Jacob vendieron a José a Egipto.
¿Cuántas veces hemos matado a algún hermano o hermana por hablar mal de la congregación? En algún momento dejamos de ver el mover de Dios y por eso no lo entendemos, y por ignorantes pecamos apedreando a aquellos en quien  el Espíritu Santo se está moviendo.
Los hombres del sanedrín mataron a Esteban ignorando que el Señor levantaría a otro que golpearía con mayor fuerza la religión como lo hizo luego el Apóstol Pablo. Es necesario dejar que el Espíritu Santo se mueva. Ya no lo tengamos encarcelado impidiendo que explote la bomba que va a permitir que otros lleguen al Evangelio.

  No hay nada más triste que vivir un Evangelio donde no habita el Espíritu Santo.


David dijo: "Prefiero un Día en tus atrios, que mil fuera de él" Es necesario dejar que el Espíritu Santo sazone nuestras vidas.